La educación en valores tiene una serie de objetivos que van más allá del aprendizaje de los contenidos, de ahí que sea necesario abordarla desde una perspectiva diferente.

La educación en valores no es un proceso educativo equiparable a otros ya que la pretensión de la educación en valores no es el aprendizaje procedimental o memorístico de los valores que se pretende transmitir.

Fases de la educación en valores

Al ser un proceso diferente, la educación en valores tiene una serie de fases que transcienden el proceso educativo normal que pueda poseer una asignatura tradicional como Matemáticas o Historia; así, posee las fases siguientes:

. Fase cognitiva. Esta fase es compartida con el resto de procesos educativos, ya que se trata de asimilar una serie de conceptos y procedimientos concretos. En una asignatura como la Geografía o la Química, esta sería la última fase, sin embargo, en el terreno de la educación en valores, no es más que la fase inicial.

. Fase emotiva: Para interiorizar los valores debemos intentar emocionar a los alumnos, ya que es a través de las emociones como realizamos los juicios morales. Haciéndoles sentir rabia ante la injustica o la violencia machista, por poner un ejemplo, los alumnos interiorizan qué significa la injusticia o las violaciones de los derechos individuales. Uno de los métodos que se puede utilizar es el del visionado de películas como “La lista de Schindler”, “Te doy mis ojos” o “El Gran Torino”.

. Fase activa: El auténtico objetivo de la educación en valores es el de crear ciudadanos cívicos respetuosos con los derechos de los demás en el seno de una sociedad democrática. De ahí que sea necesario canalizar los sentimientos de la fase anterior en una serie de acciones coherentes con lo que queremos transmitir (ayudar a ONG, escribir cartas de petición, colaborar con el Banco de Alimentos…)

Escuela

La educación en derechos humanos

La educación en derechos humanos forma parte de la educación en valores centrando el proceso educativo en los valores del respeto a los derechos individuales, así como el conocimiento de estos. La razón es que los ciudadanos que han recibido educación en derechos humanos están en mejores condiciones para respetar los derechos de los demás, así como de exigir a las autoridades el cumplimiento de sus derechos.

Ciudadanos cívicos

Como señalábamos anteriormente, el objetivo de la educación en valores es el de crear ciudadanos cívicos que sepan cuáles son sus derechos, sus obligaciones así como los elementos clave de la convivencia y que actúen en consecuencia. En plena cascada de casos de corrupción, no está de más luchar por conseguir que los valores ético y cívicos acaben imponiéndose para el bien de todos.