Si existe un lugar mágico y peculiar por excelencia en la geografía española ese es el Cañón del río Lobos, ubicado en la provincia de Soria en la separación de la cordillera Ibérica con la alta meseta del Duero.
El parque natural del Cañón del río Lobos, a escasos kilómetros de la pequeña localidad de Ucero, declarado como tal desde 1985, tiene un origen kárstico a consecuencia de la erosión producida por el río a lo largo de miles de años, dotando a este enclave de espectaculares formaciones, abrupta orografía y singular relieve en sus barrancos, paredes, laderas y acuíferos.
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Paisaje del Cañón del río Lobos
Farallones en el Cañón del río Lobos – Imagen de Pedro Martínez Corada
El Cañón del río Lobos discurre durante veinticinco kilómetros entre las provincias de Soria y Burgos trufado de numerosos caminos, sendas o pistas forestales que permiten conocer al detalle este peculiar parque natural. La más transitada es la Senda del río, la PR-SO-BU-65, que recorre el cañón en su totalidad. Además, el parque está cruzado por otras dos extensas rutas: el Sendero Ibérico Soriano, la GR-86, y la variante de San Leonardo, la GR-86-2; al margen de otras de menor recorrido.
La erosión en el Cañón ha originado numerosas y abundantes cuevas y simas, mientras que en el subsuelo se han conformado nutridos acuíferos que han propiciado el nacimiento del río Ucero, junto al parque natural.
Es el propio Cañón lo más espectacular del entorno fruto de la acción erosiva, lo que ha provocado la existencia de concavidades en los costados del mismo, matizado por el óxido y engalanado por un curioso abanico de colores que modifica su tonalidad según incida la luz natural. Así mismo también destacan las enormes laderas rocosas de varias decenas de metros de altura.
Ermita de San Bartolomé y Cueva Grande
Cañón del río Lobos y ermita de San Bartolomé – Imagen de Manuel Alende Maceira
En el interior del Cañón la hermosa ermita templaria de San Bartolomé encumbra el parque natural, un lugar de espectacular belleza paisajística rodeado de promontorios rocosos de color anaranjado y enigmático pasado, como la de todas las edificaciones de esta poderosa Orden. De estilo románico destaca sobremanera su rosetón con una estrella de cinco puntas. Y a pocos metros se ubica la llamada Cueva Grande, que alberga en su interior minúsculas muestras de arte rupestre.
Este bello enclave se encuentra a tan solo 1200 metros del área recreativa de Valdecea pudiéndose acceder por un sendero que transita al borde del río o por una pista forestal de muy fácil accesibilidad.
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Fauna y flora en el Cañón del río Lobos
Ejemplar de buitre leonado en pleno vuelo – Imagen de pixabay.com
Pero si impresionante es el paisaje no lo es menos la fauna que se contempla. Debido a los abruptos acantilados del parque natural el buitre leonado es el protagonista estelar, un carroñero con una magnífica visión que utiliza para localizar los cadáveres de las cercanías y con un pico ganchudo muy útil para desgarrar tejidos.
No obstante también existen otras especies como el águila real, el halcón peregrino, el milano, el cernícalo o el martín pescador; mientras que en aves nocturnas destacan el búho real, la lechuza o el mochuelo.
En superficie los mamíferos más frecuentes que pueden verse son el corzo, jabalí, conejo, zorro y comadreja y en el entorno del riachuelo proliferan las culebras de agua, lagartos y lagartijas.
Y por lo que respecta a la vegetación del Cañón destacan los páramos calizos y la ribera que albergan sabinas, pinos negrales, plantas que viven entre las rocas y chopos, sauces o abedules.
Cómo llegar al Cañón del río Lobos
Tomando como referencia Soria capital se puede acceder al Cañón del río Lobos por la N-122 con dirección a Valladolid y al llegar a la localidad de Burgo de Osma se debe tomar un desvío hacia San Leonardo de Yagüe y al propio cañón. Otra opción, también desde Soria, es tomar la N-234 con dirección a Burgos y será en San Leonardo de Yagüe donde se cogerá un desvio hacia el Burgo de Osma y el Cañón del río Lobos.
