En un mundo donde el estrés invade nuestras vidas, que la felicidad aún siendo efímera no sabemos paladearla, que el sosiego se nos distorsiona con factores externos y que las preocupaciones nos privan de la paz interior, el yoga se revela como una práctica esencial para alcanzar el equilibrio, la armonía y el autoconomiento.
“Un hombre no trata de verse en el agua que corre, sino en el agua tranquila, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros” (Confucio).
El yoga practicado desde hace miles de años en la India es un estilo de vida que cuida y fortalece cuerpo y mente a través de una serie de ejercicios corporales, técnicas de respiración y profunda meditación.
Sesiones de yoga: ejercicios y posturas

Posición clásica del yoga para trabajar cuerpo y musculatura – Imagen de www.everythingyoga.com
En una sesión de yoga, se practican diferentes posturas armonizadas con la respiración. Comienza con un calentamiento con posturas conocidas como “saludos al sol”, ejercicios que se inician de pie y nos hacen bajar hasta el suelo. Posteriormente continúan con las posiciones estáticas para trabajar cuerpo y musculatura y finalizan con ejercicios de relajación/meditación.
Mediante el yoga tratamos de librarnos de nuestros pensamientos negativos, centrarnos en el presente y dejar de obsesionarnos con pensamientos futuros que suelen condicionarnos. Agiliza la mente, consigue que las articulaciones sean más flexibles, mejora la capacidad pulmonar debido a los ejercicios de respiración profunda, experimentando una sensación plena de bienestar y placer.
Beneficios físicos, mentales y espirituales del yoga
Sin duda, el yoga trata de armonizar la salud corporal con la salud mental. Muchas de sus técnicas nos provienen contra dolencias como la artritis, artrosis, problemas circulatorios y pulmonares, estrés y ansiedad. En resumen favorece el sosiego emocional, la armonía psíquica y el conocimiento de nuestro interior para combatir los conflictos internos.
Los beneficios físicos del yoga se basan en potenciar la fortaleza del cuerpo, mejorar su resistencia, flexibilidad, energía y conseguir la concordia de mente y cuerpo. Los beneficios mentales incrementan la concentración, memoria y atención, la estabilidad emocional y la paz interior de la mente. Y los beneficios espirituales aportan autocontrol, sabiduría y calma.

El yoga fortalece el físico y tonifica la musculatura – Imagen de www.localfitness.com.au
En general aumenta la capacidad de relajación y mejora de la autoestima, equilibra el espíritu, fortalece el físico, tonifica los músculos, disminuyen los dolores de espalda y demás articulaciones y enseña a tener un mayor control de cuerpo y respiración.
En realidad el yoga es una ciencia espiritual que nos lleva al equilibrio entre materia y espíritu. Como sabiamente dice un proverbio del maestro Buda Gautama “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”.