Las harinas integrales no llevan el mismo proceso de refinamiento que las harinas blancas, y por ello, se consideran harinas que absorben más nutrientes y que generan mayores ventajas y beneficios en el cuerpo humano.
La diferencia entre las harinas integrales y las harinas blancas, es que los granos del trigo de la integral pueden ser tanto finos como gruesos. La molienda integral de trigo está hecha con el embrión de la la planta y con la cáscara que cubre el grano, lo cual crea ese color más oscuro en la harina. En el proceso se conserva tanto el salvado como el germen del trigo, lo cual es beneficioso para el cuerpo.
Es por ello que la harina integral conserva más nutrientes, así como alta cantidad en fibra, minerales, ácidos grasos, vitamina B y hierro. La harina blanca se obtiene por molturación del endospermo, y la parte interna del grano está formada más que nada por almidón y proteínas.
Así es como resultan ser harinas diferentes al igual que con diferentes tipos de nutrientes.
La harina blanca pasa por diferentes procesos para su refinamiento antes de ser envasada (donde remueven el salvado y el germen del grano).
La elevada cantidad de fibra que tienen las harinas integrales, proporcionan a los alimentos elaboradas con ello, un nivel bajo de índice glucémico. Esto es beneficioso para la salud porque evitan que se produzcan casos de hiperinsulinemia en el cuerpo.
La fibra en los alimentos hace que los hidratos de carbono sean absorbidos de forma gradual y lenta, manteniendo los niveles de glucosa de forma estable, y creando una sensación de saciedad.
Mantener un índice glucémico bajo ayuda a la prevención de enfermedades como la diabetes, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, o el síndrome metabólico. También ayuda a reducir el estreñimiento y la hipercolesterolemia, ya que la fibra reduce la absorción de lípidos en el intestino y aumenta la motilidad.
Beneficios al consumir harinas integrales
- Posee una cantidad de fibra 3 veces superior a la harina blanca.
- Contiene alto nivel de ácidos grasos esenciales.
- Contiene vitaminas y minerales como hierro, Vitamina B y E, potasio, magnesio, zinc, y antioxidantes.
- Tiene efectos positivos en el azúcar de la sangre.
- Ayuda a la digestión.
- Previene las hemorroides, inflamaciones, diverticulosis, diarrea, y el dolor.
- Contiene ácido láctico que aumenta las bacterias benéficas del intestino grueso.
- Fortalece el sistema inmune.
- Los antioxidantes que contiene limitan el colesterol que pasa a las arterias y tejidos.
- Ayuda a controlar tu peso.
- La fibra depura el hígado y el sistema digestivo.
- Disminuye las probabilidades de tener cancer de colón, de páncreas, y de mama.
- Aporta lingnanos que regulan el flujo de las hormonas y alivia los síntomas de la menopausia.
- Contiene selenio, que ayuda al funcionamiento del corazón.
La fibra no solo está presenta en la harina integral, también hay que consumir muchas verduras y frutas que nos dan estos beneficios.
Los carbohidratos son necesarios en una alimentación equilibrada y proporcionan muchos beneficios para la salud. Podéis comer vuestros platos elaborados con harina integral (como pastas, pan, cereales, postres, etc).
Se trata de comer de forma sana pero lo que a uno le gusta, y empezar por cambiar la harina blanca por la harina integral es un buen paso para el organismo.
Os dejo con un enlace para los interesados en cómo crear vuestro propio pan integral casero: