Los aromas nos acompañan en nuestro día a día a través de los cosméticos que usamos, de los ambientadores de casa, de las plantas que nos rodean, etc. Sin embargo, poco conocemos de los beneficios que los aromas aportan a nuestra salud. La aromaterapia nos puede ayudar a alcanzar un buen equilibrio y bienestar.
¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia se engloba en el grupo denominado “terapias alternativas”. Esta terapia aprovecha las propiedades de los aceites esenciales extraídos de las plantas, cortezas, hierbas y flores para restablecer el equilibrio y armonía del cuerpo y de la mente para beneficio de nuestra salud.
Los aceites esenciales contienen diversas sustancias químicas que son las responsables de característico aroma de las especies vegetales de donde provienen.
Los aromas actúan en nuestro interior por asociación de imágenes. Cuando olemos estimulamos la memoria emocional. Las personas respondemos a los olores a un nivel emocional superior al de los otros sentidos, así, la aromaterapia actúa sobre os planos sutiles de nuestro organismo tratando una amplia gama de síntomas.
¿Para qué se usa la aromaterapia?
Aunque en Occidente la civilización árabe ya mostró los beneficios de la extracción de aceites esenciales para uso terapéutico a comienzos del siglo X, esta práctica terapéutica, como tal, comenzó a principios del siglo XX. El químico René-Maurice Gattefossé, tras una explosión en su laboratorio, se aplicó aceite de lavanda sobre sus quemaduras y comprobó su buena cicatrización.
Algunas de las afecciones para las que se usa son:
- Para desequilibrio del sistema nervioso como la ansiedad, el insomnio, la depresión o la inestabilidad emocional.
- Para evitar infecciones respiratorias o de la piel: mejora la cicatrización, alivia eczemas y puede prevenir el acné.
- Para dolores físicos como el malestar gastrointestinal o el dolor menstrual.
¿Cómo se aplica la aromaterapia?
En una sesión de aromaterapia, lo primero que el especialista hace es un análisis del paciente con preguntas sobre dolencias físicas, enfermedades, etc. En base a ello orienta la sesión eligiendo los aceites esenciales más adecuados.
Ente los aceites esenciales más utilizados tenemos los de manzanilla, geranio, canela, jazmín, cedro o lavanda, probablemente el aceite más usado.
Una vez elegidos los aceites esenciales, el aromaterapeuta se dispondrá a aplicarlos mediante alguna de estas técnicas:
- Inhalación: es el método más básico. Se mezcla el aceite esencia o los aceites con agua tibia y se inhala el vapor.
- Masaje: se diluyen los aceites en una loción o aceite vegetal antes de aplicarlo sobre la piel. Lo aceites esenciales son muy puros para aplicarlos directamente.
- Baño aromático: se mezclan algunos aceites con el agua de la bañera.
- Cataplasmas frías o calientes: muy recomendado para dolencias musculares.
- Uso interno: algunos aceites pueden consumirse en infusiones, pero siempre habiendo hablado antes con un profesional.
La sesión de aromaterapia puede durar desde los 30 minutos hasta la hora y media, dependiendo del paciente y aromaterapeuta.
¡Aprovecha el poder de los aromas!