“Amanecer”, de Murnau, es uno de los grandes títulos del cine mudo. Ojo, no confundir con las dos partes de la última entrega de “Crepúsculo”.
William Fox se sentía verdaderamente orgulloso. El magnate cinematográfico había logrado atraer a Hollywood a uno de los grandes maestros del cine alemán del momento. Convencerlo no había sido fácil dada la caprichosa personalidad del cineasta, pero la crisis económica de Alemania había contribuido en favor del sueño de Fox: “hacer cine de calidad con impacto internacional.”
El cineasta era Friedrich Wilhelm Plumpe, mejor conocido por las siglas F. W. y el apellido Murnau. La lista de sus filmes no era muy extensa, pero sí muy célebre. “Nosferatu” (1922), “El último de los hombres” (1924) y “Fausto” (1926) habían cimentado su reputación como director innovador. “Amanecer (Sunrise)” sería la primera de cinco películas que Murnau debía filmar para Fox.
“Amanecer”, de Murnau, síntesis del realismo y el expresionismo
“Amanecer”.
Un campesino, seducido por una mujer sin escrúpulos de la ciudad, se obsesiona por ella hasta tal punto que descuida sus labores y su familia, gasta demasiado dinero y acaba arruinando su granja. Un día, la amante le pide que se deshaga de su esposa, para poder irse con ella a la ciudad. El hombre planea ahogarla durante un viaje en barca en medio del lago, y fingir que ha sido un accidente.
Pero llegado el momento no puede, pues recuerda el principio de su relación…
“Amanecer”, de Murnau, es uno de los últimos grandes títulos del cine mudo, y el que mejor resume las posibilidades de la estética cinematográfica hasta aquel momento. El filme sintetiza magistralemente realismo y expresionismo, dos corrientes tradicionalmente opuestas.
Realista es toda la parte central que se desarrolla en una ciudad levantada ex-profeso junto a un lago californiano: el set más grande y costoso construido por la Fox hasta ese momento. El expresionismo y el simbolismo del cine alemán se manifiestan en la división arquetípica de los personajes y en el canto idealista al hombre y la mujer sencillos y puros.
El filme está lleno de oposiciones dramáticas: familia contra amor ilícito; vida contra muerte; civilización contra naturaleza. El marido encuentra la salvación regresando al santuario del matrimonio.
Murnau fue reconocido como creador de técnicas audaces al servicio de una narrativa eficaz. En “Amanecer”, la cámara de Murnau encuentra su expresión más elocuente. Los personajes se muestran atrapados en encuadres estrechos que sugieren la dura realidad de sus vidas. Los movimientos de cámara se vuelven más intensos conformen avanza el conflicto.
Para muchos historiadores del cine, “Amanecer” es la gran película europea del cine americano. Afortunada síntesis de dos polos opuestos, pero complementarios, el filme de Murnau continua hechizando a más de setenta años de filmado.
El fin de una era
“Amanecer”.
La breve carrera de F.W. Murnau es emblemática del romanticismo obscuro del Hollywood de los años veinte y del fin de una era en la que la expresión cinematográfica alcanzó cumbres elevadas.
Cuando Murnau llegó a Hollywood en 1926 soñaba con que la maquinaria fílmica californiana estaría al servicio de su creatividad. Muy pronto se desengañaría y se convertiría en una víctima del sistema.
Aunque “Amanecer” fue un éxito taquillero y de crítica, el fracaso de la siguiente película dirigida por Murnau, la llegada del sonido y el elevado precio de su contrato pusieron nervioso a Fox, quien comenzó a intervenir en sus proyectos. En febrero de 1929, cuado el realizador terminaba su tercer filme, su contrato fue rescindido. En 1931, volvió a encontrar su inspiración en los mares del sur, de donde regresó con otra obra maestra: “Tabú”. Sin embargo, el destino tenía escrito que Murnau no haría carrera en el cine sonoro, pues un absurdo accidente terminó con su vida poco después de terminar el rodaje.
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