La contención cuando no es necesaria puede contribuir a reagudizar o a revictimizar a la persona, incluso puede llegar a crear un trauma nuevo. ¿Por qué?
Porque se trata de una situación muy estresante que priva a la persona del único bien o derecho que le diferencia del resto; la libertad.
La libertad
No es negociable. La libertad no se compra, pero, a veces, se vende, al mejor postor. la libertad no es pensamiento sino sentimiento; libertad eres tú.
Cuando la contención no es necesaria
- Puede llegar a convertirse en un atentado en sí mismo en contra de las personas.
- Cuando la contención no es necesaria, transgredimos esa leve línea que separa el bien del mal; nos convertimos en gigantes de molinos invisibles; de nosotros mismos.
- Cuando la contención no es necesaria, podrás convertir a cualquiera en “Quijote” de tus panzadas pero no olvides que lo que está en juego es tu libertad y la mía.
- Esta semana ha fallecido el último de una larga lista de personas contenidas durante la noche.
Por eso, antes de contener a alguien, pregúntate si no serás tú el Don Quijote que ve molinos por doquier, y no el profesional que se espera de alguien de tu talla y embergadura.
Cuando contengas a alguien, se responsable con el compromiso que asumes con la ptra persona, sino, más vale que te dediques a cuidar molinos o a moldear “sanchopanzas”, cuando la contención no es necesaria.