Iniesta, ese chico normal, sin tatuajes, ni aros, pendientes o cortes de pelo estridentes, dejará de deleitarnos con su fútbol cuando concluya esta temporada. Su ingenio lo disfrutarán en otra liga, en otro continente. Pero su legado es imborrable: un genio, un artista, un virtuoso en el control del balón.
El manchego universal, como lo es su paisano Don Quijote, argumentó en su despedida que prefiere dejar el F.C. Barcelona, su club de toda la vida, antes de que no pueda dar lo mejor de sí mismo. Pero eso sólo lo piensa Andrés Iniesta. El 99,99% de los aficionados al fútbol no estamos de acuerdo con esta afirmación.
Se marcha a otro continente, a otra liga de menor exigencia. Piensa que con 34 años no podrá estar a la altura. Qué equivocado está. Aún le queda mucha magia en sus botas, conejos por sacar de su chistera.
De Iniesta se podría decir, sin ningún lugar a dudas, que ha sido el paradigma de gran jugador de equipo, prevaleciendo lo colectivo por encima de lo individual. Generoso en su juego y solidario con sus compañeros. De jugar y hacer jugar a los que le rodean. El Oliver Atom (uno de los protagonistas junto a Benji de la serie infantil “Campeones”) del fútbol mundial.
F.C. Barcelona y selección española, sus dos equipos
Deja el Barça con 32 títulos después de 16 años en el primer equipo en los que Don Andrés ha sentado cátedra partido a partido. Dando recitales temporada tras temporada. Evidenciando su amor por el balón. Demostrando su altruismo y benevolencia en el juego.
Sin olvidarnos de su gol más importante como azulgrana, el conseguido en Stamford Bridge ante el Chelsea en el minuto 93 en las semifinales de la Champions League de la temporada 2008/2009 cuando el partido agonizaba y la eliminación del Barça era un hecho, que supuso el empate a uno y el pase a la final de la máxima competición continental que acabó ganando.
Y sí esta retirada del concierto futbolístico europeo se extiende muy previsiblemente a la de la selección española a la conclusión del próximo Mundial de Rusia, habrá que sumar a sus entorchados blaugranas, dos Eurocopas y un Mundial en sus 12 años como internacional absoluto, siendo el autor del célebre gol de la victoria ante los holandeses en el minuto 116 de la final del campeonato celebrado en Sudáfrica en 2010.
Precisamente este capítulo permitió que Andrés Iniesta entrase de lleno en el Olimpo futbolístico de este país. Una imagen que se recordará por siempre, una instantánea que nos paralizó a todos décimas de segundo delante de nuestros televisores.
A falta de 4 minutos para la conclusión de la prórroga Iniesta, seguramente la única vez en su vida que puso cara de malo, batió de un certero y fortísimo derechazo al guardameta holandés Stekelemburg otorgando el título de campeona del mundo a España. El “Iniesta de mi vida” quedó grabado para la posteridad. El extasis.
Un gol que propagó, aunque fuese por unas horas, la euforia por pueblos y ciudades y millones de personas saliesen a las calles en modo celebración vociferando a los cuatro vientos “gracias Iniesta, España está de fiesta”.
Elogios a la figura del manchego
De Iniesta en el mundo del fútbol se han vertido solo elogios, desde sus rivales más encarnizados en el plano futbolístico hasta sus compañeros más cercanos: “si se llamase Andresinho en lugar de Andrés tendría dos o tres balones de oro”, “Iniesta ha sido el mejor jugador del mundo en su posición”, “todo lo que hace Andrés lo hace bien” o “ha sido el único que nos ha enseñado a jugar a la pelota”, una frase que como colofón supone la mejor apreciación del centrocampista.
Hasta la prestigiosa revista France Football, que otorga anualmente el galardón del Balón de Oro, ha pedido perdón estos días pasados en una de sus editoriales por no haberle concedido nunca tan insigne trofeo –lo rozó en 2010 al quedar segundo tras su compañero Leo Messi–, a pesar de que ha hecho meritos más que sobrados para haber sido acreedor de él. El mejor generador de juego de todos los tiempos, según ha reconocido el propio tabloide francés.
Títulos de Andres Iniesta
El manchego de Fuentealbilla, dio sus primeros pasos futbolísticos en las categorías inferiores del Albacete Balompié, pero a los 12 años ficho por el F.C. Barcelona que se lo llevó a “La Masía”, tras destacar en 1996 en un torneo a nivel nacional de categoría alevín.
Después de forjarse en la cantera blaugrana debutó con el primer equipo en la temporada 2002/2003 y desde entonces 32 títulos le contemplan (31 ya logrados y el trigésimo segundo, la Liga de esta temporada, aunque aún virtual a punto ya de ser real): 9 Ligas (contando con la de este año), 4 Champions League, 6 Copas del Rey, 7 Supercopas de España, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes. A ello sumamos las 2 Eurocopas y el Mundial conseguidos con la camiseta de la selección española, en sus 12 años ininterrumpidos con el combinado nacional.
Andrés Iniesta se va. Pero su legado será imperturbable.