Director de Capitán Kóblic: Sebastián Borensztein.
Intérpretes: Ricardo Darín, Oscar Martínez, Inma Cuesta.
Guión: Sebastián Borensztein y Alejandro Ocón.
Música: Juan Federico Jusid.
Producción argentina-española.
Duración: 92 minutos.
Entre 1976 y 1983 la dictadura criminal y fascista que tomó el poder en Argentina realizó una práctica nauseabunda, impensable, repugnante: los llamados “vuelos de la muerte”. Montaban en aviones a los prisioneros políticos en plena madrugada y les lanzaban desde lo alto en medio del Río de la Plata para hacerles desaparecer. Ahora parece un asunto increíble, que no se puede creer que pudo suceder por inhumano y despiadado, pero realmente ocurrió. La maldad y el sadismo en el ser humano no tiene límites. Durante el siglo XX tenemos pruebas incontables de ello. El siglo pasado es la prueba de que nuestra especie no tiene arreglo. Qué terrible y vergonzoso.
Esta cuarta cinta del director Sebastián Borensztein cuenta la historia del Capitán Tomás Kóblic, un excapitán de la Armada que, tras manejar uno de esos aviones una noche, está arrepentido y avergonzado, y huye del ejército y se oculta en un pueblo del interior a pilotar la avioneta de un amigo con la que fumiga las cosechas. Allí pretende alejarse de toda esa pesadilla e inmoralidad y de curarse de lo vivido.
En ese pueblo todo empieza bien, hasta que conoce a una joven atractiva que convive con un marido al que no quiere (Inma Cuesta con acento argentino), y que regenta una tienda de comestibles; y junto a las sospechas del torvo comisario de la zona sobre la auténtica razón por la que ha llegado Kóblic a ese pueblo, las cosas comienzan a complicársele.
Capitán Kóblic: Una llamada para recordar una tragedia
Lo que ocurre en Capitán Kóblic es que un tema tan interesante e impactante como este no tiene un desarrollo conveniente, no está realmente potenciado, en una trama que resulta insulsa.
Así, la cinta se queda en una historia correcta, demasiado correcta, que acierta en enseñar la neurosis y el arrepentimiento del protagonista, eso es sin duda lo mejor del film, pero que los sucesos que ocurren en ese pueblo del interior no adquieren verdadero peso, auténtico interés.
Capitán Kóblic sabe a poco, se olvida pronto. Y ni la presencia de ese portentoso actor llamado Ricardo Darín hace que la cinta tome verdadero “vuelo”. Y que se me perdone la comparación.
Este finde he podido ver Capitán kóblic y me ha gustado mucho!! Genial la recreación y la historia
¡Perfecto, Vítor! Me alegro mucho. Es una historia que puede gustar o no, pero el tema que trata no deja a nadie indiferente.