Intérpretes de Kiki, el amor se hace: Paco León, Álex García, Natalia de Molina, Ana Katz Belén Cuesta.
Guión original: Paco León y Fernando Pérez.
Foto: Kiko de la Rica.
Producción española.
102 minutos.
Tiene su punto de originalidad esta tercera película del malagueño Paco León. Los protagonistas de esta comedia romántica muy loca tienen -o padecen- parafilias sexuales como la somnofilia (excitación con las personas dormidas), la harpaxofilia (excitarse al ser robado con fuerza), la dacrifilia (ponerse a tono con el llanto ajeno) o la elifilia (llegar al orgasmo con el tacto de ciertos tejidos, la seda en el caso de esta historia). Paco León imbrica perfectamente estas curiosas parafilias en este relato coral en el que cuatro parejas y una chica soltera con problemas de audición y en busca de un novio intentan, en pleno verano madrileño, encauzar sus relaciones, y por lo tanto sus vidas, y llegar a un equilibrio que todos los mortales anhelamos.
Si Paco León ya demostró con sus dos anteriores y valiosas comedias neorrealistas y repletas de humor negro descacharrante, y protagonizadas por su madre Carmina Barrios, Carmina o revienta y Carmina y amén que era un director al que le sobraba talento, gracia y estilo, con Kiki, el amor se hace confirma su apuesta por la comedia y logra situarse en la lista de los cineastas españoles de mayor interés del panorama cinematográfico actual.
Kiki, el amor se hace: Una inyección de vitalidad
Kiki, el amor se hace es una comedia que habla de la inmensa importancia que tiene el sexo en nuestras vidas, y lo hace de manera desenfadada y gamberra pero nada trivial. Es una comedia brillante, rebosante de frescura, chispa, gracia y diversión por todos sus poros, en la que destacan también unos actores que no pueden estar mejor, y un guión estupendamente armado y dialogado. El film fluye sin altibajos y va creciendo segundo a segundo, y deja un más que agradable sabor de boca. Consigue que el espectador salga revitalizado de la sala, con una inyección de humor y de pasión por la vida.
Muchas carcajadas y ganas de agarrar a tu pareja es lo que consigue, entre otras cosas, este destacable film en el espectador. Y el espectador se lo agradece con muchos aplausos.