Las articulaciones, con el tiempo, se desgastan y pueden dar lugar a la artrosis. Esta patología se produce por un daño en el cartílago y el hueso, que da lugar al reblandecimiento, fibrilación, ulceración y pérdida del mismo. Una dieta equilibrada y el aporte extra de colágeno, ayudan a reducir el dolor en las articulaciones y evita posibles lesiones articulares.
La artrosis es una patología degenerativa de los huesos que comienza por la destrucción o pérdida gradual del cartílago articular. Esta enfermedad afecta no solo a la superficie articular cartilaginosa sino también a todo el complejo articular, ligamentos, tendones meniscos.
El cartílago articular amortigua las fuerzas en los extremos de los huesos y como es un material con bajo coeficiente de rozamiento permite el desplazamiento de los huesos entre sí, disminuyendo el desgaste en la articulación. Pero cuando este cartílago se degenera (causado por el paso del tiempo o por la práctica de deporte), aumenta la fricción en los extremos de los huesos y aumenta el rozamiento. Esto degenera las estructuras de la articulación lo que provoca dolor y lesiones.
Mantener una dieta equilibrada y rica en proteínas como el colágeno conserva la flexibilidad del cartílago lo que favorece a mantener unas articulaciones sanas.
Una dieta equilibrada y rica necesaria para mantener una buena salud ósea
Se ha observado, que el sobrepeso y la obesidad favorecen la aparición de lesiones articulares. Por eso, seguir una dieta equilibrada, donde abunden los siguientes alimentos, ayuda a mantener una buena salud articular:
- Agua. Las articulaciones están bañadas de líquido sinovial, que reduce la fricción entre los cartílagos y otros tejidos, acolchándolas y lubricándolas en el movimiento. Beber dos libros de agua al día contribuye a una adecuada lubricación de las articulaciones.
- Cebolla y similares. Las hortalizas del género allium (ajos, cebolla, puerro, ajos tiernos, etc.) son ricas en azufre, mineral necesario para producir colágeno y otros elementos que componen los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos. Otros alimentos ricos en azufre son todo tipo de coles y espárragos.
- Pescado azul. Este tipo de pescado (como el atún, la caballa o el salmón) es rico en ácidos grasos omega-3, un potente antiinflamatorio que actúa inhibiendo la síntesis de sustancias mediadoras de la inflamación. Además, estos ácidos protegen a las membranas celulares de los efectos nocivos de los procesos oxidativos producidos durante la práctica de deporte.
- Alimentos ricos en vitamina C. Esta vitamina, presente en alimentos como la fresa, kiwi, naranja, tomate, pimientos crudos, brécol, perejil, etc, junto con los omega-3, evita los procesos de inflamación en el organismo. Además, contribuyen al mantenimiento del colágeno y del cartílago.
- Carnes y derivados. Estos alimentos ayudan a mantener las articulaciones desde dos aspectos. Por una parte, las proteínas de las que están formados, previenen y disminuyen el tiempo de recuperación de las lesiones. Además, tienen un alto contenido en hierro y zinc, minerales necesarios para reparar algunas dolencias.
- Alimentos ricos en minerales como calcio, fósforo y magnesio, participan en la formación de los huesos; y alimentos ricos en vitamina D, fijan el calcio en los huesos.
El colágeno ayuda a las articulaciones
Además de una alimentación rica variada, equilibrada y suficiente, el colágeno es un aliado para las articulaciones. Esta proteína, la más abundante del cuerpo humano, es uno de los principales componentes de los tejidos de nuestro organismo, muy presente en las articulaciones, huesos, músculos, dientes y piel. Esta proteína aporta más flexibilidad y resistencia a las fibras, por lo que reduce el dolor articular y evita posibles lesiones articulares.
Nuestro cuerpo produce colágeno durante unos años, pero con el paso del tiempo, el nivel de producción empieza a disminuir a razón de 1,5% por año a partir de los 25 años. A esta menor producción, hay que añadir el desgaste extra que suponen para las articulaciones actividades como el deporte, o el simple desgaste producido por el paso del tiempo.
Por eso, los suplementos de colágeno son ideales para todas aquellas personas que necesitan mantener sus articulaciones en forma. Diversos estudios aseguran que con un aporte de 10 gramos al día de colágeno hidrolizado durante 3 meses se mejora la movilidad articular y disminuye el dolor. Se aconseja mantener una dieta equilibrada en la que se ingieran los niveles adecuados de esta proteína y suplementos de colágeno que aseguren el aporte recomendado.
En la actualidad podemos encontrar en el mercado múltiples productos que aportan a nuestro organismo el colágeno que dejamos de producir con el paso del tiempo. Podemos encontrar estos suplementos en cápsulas o en polvos, y gracias a su composición, aportan una cantidad extra de colágeno, magnesio y ácido hialurónico a nuestro cuerpo con el que favorecemos la regeneración de los tejidos ayudamos a mejorar la salud de nuestras articulaciones y tendones.