En España, del norteamericano de origen alemán Charles Bukowski se ha leído más su narrativa (sus novelas, libros de relatos y diarios) que su poesía. Está más olvidada y oculta, ya sea porque el lector actual prefiera leer prosa a los versos, o ya porque no ha tenido la adecuada difusión.
Pero se debe recuperar esta parte de la obra de Bukowski porque es en este género en el que el escritor se siente más libre para expresar, con su estilo sencillo y profundo al mismo tiempo, todo lo que tiene que decir.
Temas de la poesía de Bukowski
En su poesía, y al igual que en su prosa, encontramos mucho material autobiográfico. Vemos a un ser complicado, extraño, pero muy interesante que nos expresa, con su alter ego Henry Chinaski, su misantropía, su egocentrismo, su afición por las mujeres desequilibradas, su mala educación y obscenidad, su alcoholismo, su vida pendenciera y errática, su pasión por la noche, su independencia total, sus visitas diarias al hipódromo para apostar, su odio hacia la universidad y los profesores, la difícil relación con sus padres, pero también nos encontramos con la pureza y profundidad de un poeta romántico de nobles sentimientos, capaz de emocionarse con los más débiles o con la presencia de su hija pequeña, o con la cercanía de su propia muerte.
Bukowski es mejor poeta que novelista, aunque como narrador tenga una calidad indiscutible. Al menos, en sus poemas, el lector nota que el escritor se encuentra muy cómodo, y que da rienda suelta a todo su potencial creativo: el lector toca directamente con sus dedos a este artista tan especial que creía, como decía Pessoa, que el arte vive en la misma calle que la vida.
Estilo de la poesía de Bukowski
Bukowski escribía muchos poemas todas las noches en su máquina de escribir, acompañado de su botella de vino y de sus cientos de cigarrillos rubios y de su música clásica. Su estilo es directo, claro, sencillo, prosaico pero lleno de verdad y emoción. También en sus poemas utiliza mucho la reflexión y la narración, así cientos de poemas son narraciones de escenas personales y ajenas llenas de sordidez, de realidad sucia, porque Bukowski es el gran escritor del realismo sucio y que ha creado escuela: en España, por ejemplo, poetas como Roger Wolfe o Karmelo C. Iribarren siguen su camino.
También hay que decir que olvida los versos de métrica clásica por el estilo libre, y que utiliza de forma muy personal las mayúsculas y los signos de puntuación.
Es un autor total, con un mundo propio, y toda una forma de vivir y de escribir.
Bukowski escritor provocador
Para iniciarse en la lectura de esta poesía vale cualquier título de cualquiera de sus épocas. Además, el lector español tiene la fortuna de que toda su obra esté publicada en editoriales del país.
Ya sólo queda que el lector se anime a coger de las estanterías uno de sus volúmenes y meterse enteramente en esta aventura de leer a este artista que puede gustar o no, pero que a nadie deja indiferente, porque es de los escritores que crea acérrimos seguidores o enemigos implacables, pero que, de todas formas, respira verdad y calidad por todas las partes.