Llegan las Navidades y la imagen de un perrito debajo del árbol con su lazo rojo adornándole al cuello es muy tentadora. Pero un perro no es un juguete, plantearse alargar la familia con la llegada de una mascota es algo que hay que tomarse muy en serio y con suma responsabilidad para que la ilusión de su llegada perdure durante toda su vida.
Se calcula que a lo largo del año el número de perros abandonados ronda los 200.000 ejemplares solamente en España, uno de los países con la más elevada tasa de abandonos de la Unión Europea. Los centros de acogida no dan abasto y cada adopción es muy importante porque significa un nuevo hogar para el animal que sale del centro y la salvación para el perro que entra en su lugar. Según la actual normativa, vigente desde el 1990, en Madrid, por ejemplo, cualquier animal abandonado que sea recogido por los servicios municipales podrá ser sacrificado legalmente en el plazo de 10 días si no es reclamado ni adoptado por nadie.
La Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal (FAPAM) ha registrado en el Parlamento Regional de Madrid una iniciativa para elaborar una nueva ley de protección animal que sustituya a la vigente. El objetivo de la FAPAM es que la política del sacrificio cero, no solamente sea una realidad en el Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (CIIAM), gestionado por la misma FAPAM, sino que se adopte como política general en el marco de la ley de protección animal.
La responsabilidad de adoptar a un perro
Adoptar a un perro es lo mejor que se pueda hacer pero antes de tomar dicha decisión hay que reflexionar muy bien sobre las posibilidades reales de poder cuidar de él para que luego no haya desagradables sorpresas y mucho menos se prospecte el abandono como solución a los problemas que puedan surgir.
- Encontrar suficiente tiempo para poder cuidar de un perro no es nada fácil en la rutina diaria que hoy en día se lleva a cabo, sin embargo, la falta de tiempo es incompatible con el cuidado del perro. El perro necesita pasear, hacer ejercicio y jugar un rato todos los días y para eso sus propietarios tienen que tener claro cuánto tiempo están dispuestos a dedicarle.
- Cada perro es único e irrepetible, por su carácter o por su forma de ser y tiene que convivir en la sociedad junto a los humanos, así que es muy recomendable apuntarse a un curso de educación canina dirigido al perro y al propietario para que ambos aprendan las reglas de convivencia tan necesarias tanto en su propia casa como en la sociedad.
- Los perros necesitan cuidados médicos para estar sanos. Elegir una clínica veterinaria donde acudir para tener al día el calendario de las vacunas, las posibles emergencias que puedan surgir y donde someter al perro a una esterilización es otra tarea ineludible para los propietarios.
- No siempre los perros pueden viajar con su familia humana por ese motivo antes de emprender un viaje o unas vacaciones es fundamental saber dónde poder dejar al perro durante este periodo. Así es fundamental elegir una residencia canina donde poder dejar el animal con la seguridad que reciba el mejor cuidado.
El gasto económico que conlleva convivir con un perro
Antes de adoptar un perro en Navidad o en cualquier otra época del año hay que tener presente el gasto económico que supone cuidar de un perro. El pienso, los juguetes, el transportín, las correas, la caseta, los cursos de educación canina, los controles veterinarios y un largo etcétera tienen su precio que no hay que subestimar dentro del presupuesto familiar.
El perro, el mejor regalo
Una vez asumidas todas las responsabilidades a la hora de adoptar un perro, queda lo más importante, su llegada a tu hogar y sobre todo a tu corazón. Desde el primer encuentro y hasta siempre el perro se gana un lugar especial en la escala de tus afectos, te enseña a vivir, a disfrutar, a compartir y a sentir desde una pura visión perruna que solo estando a su lado puedes llegar a descubrir y experimentar.
Así que anímate y adopta un perro con responsabilidad, nunca te arrepentirás.