
Sería una injusticia olvidar la figura de Narciso Ibáñez Serrador, más conocido comúnmente como “Chicho”, hijo del maravilloso actor Narciso Ibáñez Menta. Y es que para varias generaciones de españoles el nombre de “Chicho” resulta familiar, lo tienen incorporado casi como un miembro más de su familia.
Programas televisivos de “Chicho” Ibáñez Serrador
Porque “Chicho” es el creador de programas inolvidables para TVE como Historias de la frivolidad, Estudio 3, Señal roja, Hablemos de sexo, El Semáforo, o de los maravillosos relatos de terror que aparecían en Historias para no dormir.
Pero el programa que todo el mundo recuerda es Un, dos, tres… responda otra vez, que se creó en los años 70 y que pasó por varias fases y presentadores como Mayra Gómez Kemp o Kiko Ledgard, pero todas ellas acompañadas del éxito y seguimiento del público, el cual se colocaba cada viernes por la noche delante del televisor para gozar de uno de los ratos más divertidos de toda la semana.
Sin embargo, no hay que olvidar sus otras facetas menos conocidas, como la de guionista, que firmaba los guiones con el pseudónimo de Luis Peñafiel; la de actor, de dramaturgo, y también de gran director de largometrajes de género fantástico.
Películas dirigidas por “Chicho”
“Chicho” dirigió dos cintas de terror tituladas La Residencia, una obra más que madura que podría haber realizado cualquier director hollywoodiense del momento, y la impactante y extraña y muy personal ¿Quién puede matar a un niño?, cinta llena de estilo que despierta asombro allá por donde se proyecta, y que se ha convertido en una película de culto para muchos espectadores.
Nos encontramos en “Chicho” a un director de gran talento que, inexplicablemente, dejó de dirigir largos para centrarse en la televisión, y que nos podría haber entregado más grandes películas.
“Chicho” tenía siempre presente al público
No pueden ni deben las generaciones más jóvenes y las venideras olvidar a este genio del audiovisual, que nació para agradar al público, para entretenerle, y que entendió que la imagen, ya sea en formato de cine como de televisión, es espectáculo para que ese público olvide por un tiempo sus problemas. Pero, eso sí, siempre con calidad y nunca considerándolo como a un ente inferior.
Hay que visitar la obra de “Chicho”. La obra de una persona tan culta e interesante, apasionado por los libros y por su Edgar Allan Poe, por el cine y el misterio en todas sus facetas.
Personas así, llenas de vida realmente vivida y de obras inolvidables, son las que hacen importante a un país.