Intérpretes de La habitación: Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen, William H. Macy, Megan Park.
Foto: Danny Cohen.
Guión: Emma Donoghue. Basado en su propia novela homónima.
Producción irlandesa.
Duración: 118 minutos.
Uno ni puede ni quiere imaginarse lo que sería vivir y sentir en carne propia lo que le sucede a la protagonista de esta cinta inquietante y estremecedora de gran interés. Basada en la estupenda novela de Emma Donoghue, e inspirada en el caso Fritzl, el monstruo de Amstetten -un suceso real que conmocionó al mundo entero-, la joven protagonista es secuestrada a sus 19 años por un tipo enfermo y repugnante que la retiene en una habitación inexpugnable situada en un jardín durante siete años, y en la que la viola cada vez que se le antoja y le apetece. La convierte en su esclava sexual. La consecuencia de todo esto es que la chica, al año de su cautiverio, queda embarazada y vivirá con su hijo en esa cárcel que será su hogar hasta que logren salir de esa pesadilla.
Es inimaginable que puedan existir seres humanos de esta calaña, pero desgraciadamente existen. La cinta está rodada e interpretada con maestría. Brie Larson, la protagonista, y el niño Jacob Tremblay, no pueden estar mejor, realizan unas interpretaciones llenas de verdad y sensibilidad. Y tanto es así que Brie Larson ha ganado por ello el Globo de Oro y también el Óscar a la mejor interpretación del año.
La habitación: Cine que revuelve el estómago y las conciencias
La habitación fue elegida también como una de las diez mejores cintas del año por el American Film Institute, y estuvo nominada al Óscar que finalmente se llevó Spotlight, esa crítica abierta contra los casos de pederastia dentro de la Iglesia cristiana en Boston. La habitación es, sin lugar a dudas, uno de los films del año, por su indudable calidad y por la auténtica emoción que crea y que hace sentir a un espectador que contempla sobrecogido todo lo que se le va mostrando en la pantalla. Es una historia que a nadie puede dejar indiferente, o que a nadie no pueda interesar.
Su guión está claramente dividido en dos partes. La cinta baja de nivel en la segunda, en la que tiende hacia el telefilm y lo más convencional, pero la primera mitad es una lección maestra de cine, con un montaje, una dirección, unas interpretaciones y un guión sobresalientes.
No hay mayor monstruo que el ser humano, nos parece recordar de nuevo este film.
Qué difícil vivir en esa situación y no volverse loco, y hasta no caer en la decisión del suicidio. Tremendo. Cine demoledor, aunque, afortunadamente, con su puntito de esperanza.