10 razones para adoptar un gato como mascota

Los apasionados de los mininos no necesitan motivos para tener uno en casa, pues conocen sobradamente los beneficios que el animal les va a reportar. Para los que duden o se lo estén pensando recopilamos 10 razones para adoptar un gato. Todo son ventajas.

Mejoran la salud

Los gatos hacen mucha compañía.

¿Por qué elegirlos como mascota? ¿Existe alguna razón para decantarse por uno de ellos en lugar de quedarse con un perro, un pato o un ornitorrinco? ¿Qué beneficios proporcionan? ¿Tiene inconvenientes llevarse a casa un gato?

Muchos cenizos sólo le ven el lado malo, que si se te va a llenar la casa de pelos, que si te vas a dejar un pastón entre comida y visitas al veterinario, etc. En realidad, a los incondicionales todo eso les daría igual, pues, ¿qué importan unos cuantos inconvenientes si te va a proporcionar una gran felicidad? Para los excépticos recogemos 10 razones para adoptar un gato.

Lista de 10 razones para adoptar un gato como animal de compañía

En realidad se pueden encontrar numerosísimas ventajas de tener un gato en casa, así que se han seleccionado las más importantes. No están ordenadas necesariamente en orden de trascendencia.

1. Hacen compañía. Como todos los animales, los gatos ofrecen mucho cariño, así que resultan ideales para personas que vayan a pasar solas más o menos tiempo, lo que no es nada bueno. Además, son bastante expresivos, no hablan, pero como si lo hicieran (siempre está claro lo que están pensando o lo que nos piden), y se alegran al ver llegar a casa a su dueño al final del día. Así que a los efectos son como tener a otro humano al lado (¡incluso se dice que pueden sustituir a una pareja!).

2. Mejoran la salud. Se les considera terapéuticos. Existen numerosos estudios médicos que demuestran que los dueños de estas mascotas experimentan una significativa reducción del riesgo de morir por ataque al corazón y enfermedades cardiovasculares.

3. Son relajantes. Nada calma tanto y apacigua el ánimo como el ronroneo y la sensación de acariciar a un suave gato. Son criaturas bastante pacíficas y tranquilas, por lo que contagian la calma a su alrededor. Todo esto mejora el estado de ánimo, por lo que disminuyen el estrés, mejoran la tensión y ayudan a evitar una depresión.

4. Necesitan menos cuidados que los perros. Esto no debería ser malinterpretado, pues no vale llevarse uno a casa y dejarlo ‘a la buena de Dios’. Existen una serie de requisitos para cuidar a un gato que tienen que seguirse a rajatabla. Pero no es necesario sacarles a pasear como a los perros, y por norma general son más independientes, y sobreviven mucho mejor en ausencia de sus cuidadores, por lo que pueden quedarse solos en casa varios días dejándoles comida y arena. Si no se les baña, ellos mismos lo solucionan a lengüetazos.

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Cama de hamaca para gatos

5. Requieren menos espacio y parafernalia. Tampoco conviene engañarse, se deben tener en cuenta que hacen falta diversos accesorios imprescindibles para gatos, pero se puede tener a un gato en casi cualquier sitio, por ejemplo en los apartamentos modernos, por norma general poco espaciosos, salvo que seas de la familia de Amancio Ortega.

6. Son más fáciles de educar. No existe ninguna forma de obligarles a que hagan algo que no quieren, pero tienen tanta inteligencia que aprenden casi cualquier cosa enseguida, como dónde deben hacer sus necesidades, o que deben usar el rascador para no arañarte el sofá. Con otras especies cuesta un mayor esfuerzo.

7. Se adaptan a cualquier humano y a otros animales. Les gustan todo tipo de personas, aunque son sobre todo cariñosos con niños, jóvenes y ancianos. También conviven sin problemas con otros animales, de todo tipo, incluso con los perros, que tradicionalmente son sus enemigos (en realidad es un tópico, si crecen juntos se llevan bastante bien). Tienden a hacerse los jefes, pero nunca dan problemas.

8. Suben una barbaridad tu popularidad en redes sociales. Son los reyes de internet, pues las fotos, y vídeos de gatos arrasan literalmente. Así que los post en los que los incluyas van a ser más visitados, lo que en la vida moderna se valora muchísimo (aunque en realidad no es para tanto).

9. Aumentan la comunicación de las personas. Cuando tengas un gato en casa, debido a su alta conectividad emocional, experimentaras un fuerte vínculo con él, que puede ser muy beneficioso. De hecho se utilizan terapias con animales para ayudar a personas autistas a relacionarse, ya que quienes tienen dificultades para hacerlo, se sienten más tranquilos y relajados con ellos, y aprenden a valorar a los otros seres vivos.

10. Hacen reír. Resulta inevitable tener un gato y no reírse con él, como saben muy bien los numerosísimos apasionados de los trillones de videos protagonizados por ellos que circulan por internet. Sus reacciones son bastante divertidas. Las carcajadas tienen efectos bastante positivos en la salud, pues entre otras muchísimas cosas expanden los pulmones, estiran y relajan los músculos del cuerpo, estimulan la homeostasis, y mejoran el estado de ánimo.

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