¿Fuiste adolescente en los 80? El culpable de aquellas tremendas películas que tanto nos gustaban no es otro que un cineasta de Chicago que cambió el género con títulos como “16 velas” o “Todo en un día”. Gerardo Santos Bocero analiza su obra en “John Hughes. El eterno adolescente”.

"John Hughes. El eterno adolescente", de Gerardo Santos Bocero

Portada.

Gerardo Santos Bocero, autor del monográfico “Jackie Chan. La leyenda del luchador borracho” publica para la misma editorial, Diábolo Ediciones, un libro sobre un personaje muy diferente, John Hughes, sobre el que no se había publicado todavía nada en español.

El cineasta, nacido en Chicago en 1950, y fallecido en 2009, quizás no sea conocido por las grandes masas, pero muchos recordarán sus films para adolescentes, y sobre todo el gran hit del cine familiar de los 90 “Solo en casa”.

Diábolo publica “John Hughes. El eterno adolescente” en edición con tapa en cartoné, de 280 páginas, que sale a la venta al precio de 23,95€.

Crítica de “John Hughes. El eterno adolescente”

“Dieciséis velas”.

Comienza trazando el periplo de sus primeros años de vida, destacando aquellos elementos que influeron en su trayectoria posterior, como el hecho de tener tres hermanas, una de las causas de que sus películas tengan unas protagonistas tan creíbles, y conecten tan bien con el público femenino.

Tras indagar en sus primeros años en Hollywood, cuando escribía títulos como “Las vacaciones de una chiflada familia americana”, se centra en su etapa más interesante, cuando debutó como realizador con “Dieciséis velas”. Entre el año en el que estrenó esta cinta, 1984, hasta 1987, redefinió los parámetros del cine adolescente con “El club de los cinco”, “La mujer explosiva”, “Todo en un día” (de la que al parecer escribió el guión prácticamente ‘todo en una noche’, mientras retocaba un libreto anterior) y “Mejor solo que mal acompañado”. En el tramo final, destacan sus renovadores guiones de films familiares, como las dos primeras entregas de “Solo en casa” y “Beethoven”.

Santos Roncero analiza muy bien el proceso de creación de estos títulos, de enorme influencia en el cine posterior. También desarrolla otros puntos, como el extremado sentido de la lealtad y amistad de John Hughes, por ejemplo en su relación profesional con Molly Ringwald, que le recuerda con respeto y admiración, a pesar de que acabaron distanciados.

El tomo aporta muchísimos datos con los que se llega a la conclusión de que el cine de este autor era más personal de lo que parecía. Y está lleno de anécdotas que apasionarán a quienes recuerdan con nostalgia a Ferris Bueller o al resto de sus personajes.