Fue el primer español que entró en el top ten de los más vendidos de The New York Times, y ahora se ha hecho con uno de los premios más codiciados. Reseña de “El fuego invisible”, de Javier Sierra, ganador del Premio Planeta.

“A menudo subestimamos el poder de las palabras. Son éstas una herramienta tan cotidiana, tan inherente a la naturaleza humana, que apenas nos damos cuenta de que una sola de ellas puede alterar nuestro destino tanto como un terremoto, una guerra o una enfermedad”.

El triunfo de Javier Sierra en el Premio Planeta ha generado opiniones muy enfrentadas. Algunos críticos puristas han arremetido contra la elección del escritor y periodista especializado en ocultismo sin leer su obra, pero por otro lado gran parte del público celebra que el galardón se esté abriendo a autores populares, sobre todo tras la elección el año pasado de “Todo esto te daré”, de Dolores Redondo”.

Planeta publica “El fuego invisible” en edición en tapa dura, de 480 páginas, que sale a la venta al precio de 20,80 €. También está disponible en edición digital para kindle, por 12,34€. Aparece como es tradicional, justo a tiempo para posicionarse entre los libros más recomendados para regalos de Navidad.

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Sinopsis de “El fuego invisible”, la búsqueda del Grial

Javier Sierra.

“Experto en palabras”, como él mismo se define, David Salas se ha convertido a sus 30 años en el profesor de Lingüística más joven del Trinity College, de Dublín. A sugerencia de su superior más inmediata en su departamento, la doctora Peacock, que señala que debe divertirse un poco, aprovecha el fin del curso académico para iniciar unas vacaciones en Madrid, donde puede ir tras la pista de un coleccionista que vende un antiquísimo libro que podría ser interesante adquirir para la universidad. En realidad todo es una excusa de Peacock, muy amiga de su madre, para alejarle, de cara a que su madre ultime su boda, que él desaprueba.

En la capital de España recibe en su hotel la visita de Pau Esteve, joven historiadora del arte que asegura ser ayudante de Victoria Goodman, escritora de best-sellers, que en tiempos fue muy amiga de su fallecido abuelo. La muchacha le explica que Goodman quiere verle en el antiguo edificio donde tiene su escuela de escritores. Para volver a verla asiste a la cita, donde su anfitriona le pedirá que se una a “La montaña artificial”, grupo que tiene como objetivo encontrar el legendario “Santo grial”.

Reseña de “El fuego invisible”, de Javier Sierra

Escrito en primera persona, con personajes de tipologías fácilmente reconocibles por los lectores, se le debe reconocer al turolense que en cada nuevo trabajo se esfuerza por superarse a sí mismo, se trata de un libro más redondo, sobre todo en cuanto se refiere a su prosa. También que incluso sus detractores deberían reconocer que sabe despertar la curiosidad desde el planteamiento. No todos los autores lo consiguen.

En el primer tramo abundan las descripciones mezcladas con flash-backs de la infancia del personaje central, por lo que el ritmo es premeditadamente lento. No estamos ante una aventura de ritmo trepidante a lo Dan Brown, aquí se busca más la reflexión. En la segunda mitad, Sierra imprime agilidad pues ocurren muchas más cosas, y su tono cada vez se hace más intenso, como corresponde a los buenos thrillers.

Resulta obvio que el autor ha manejado los ingredientes habituales del subgénero de misterios esotéricos. Pese a que no pretende inventar la pólvora, lo cierto es que logra frescura, pues su visión del Grial es bastante diferente a lo acostumbrado, mientras que los datos que ofrece sobre la relación de este cáliz con nuestro país parece bastante documentada. Quienes hayan leído los libros anteriores del autor, detectarán pequeños guiños, y autohomenajes.

Quizás algunos lectores podrán quedar un tanto desilusionados ante el final, puede que un tanto inverosímil, pero en general se trata de una obra que da lo que promete. Entre los secundarios, resulta especialmente interesante la carismática Goodman, con el resto no se ha detenido mucho.