“Blitz”, reseña de la novela de David Trueba

Se esperaba mucho de la nueva novela de David Trueba, que se ha hecho de rogar tras recibir el premio de la crítica. Pero a pesar de su brevedad, “Blitz” resulta convincente.

Más centrado en su intensa actividad como guionista cinematográfico y televisivo, lo cierto es que David Trueba ha demostrado su valía como novelista. Debutó con el interesante retrato familiar “Abierto toda la noche”, de 1995, seguido de “Cuatro amigos” bastante ligero, pero con una gran capacidad para hacer reír, y 8 años después publicó “Saber Perder”, mezcla de drama y comedia que le hizo merecedor con toda justicia del premio de la crítica en 2008.

Ha pasado mucho tiempo, pero finalmente sale a la venta “Blitz”, cuyo título no podría ser más apropiado, pues significa “relámpago” en alemán, y efectivamente, se lee en un relámpago.

Anagrama publica “Blitz” en edición en tapa blanda de 166 páginas, que sale a la venta al precio de 16€.

Sinopsis de “Blitz”, crisis vital

“Blitz”.

Tiene como protagonista a Beto, arquitecto paisajista treintañero que por razones profesionales se traslada con su novia a las costas de Múnich. Allí defenderá uno de sus proyectos en un concurso que podría solucionarle el futuro. Pero la visita se convierte en un infierno cuando su novia decide romper la relación. Ella regresará inmediatamente a Madrid, pero él se quedará unos días en Alemania para digerir la ruptura.

Al día siguiente, acude a una conferencia reveladora de un anciano japonés. Además, Beto tendrá un encuentro con Helga, una mujer de más de sesenta años, que le hará replantearse muchas cosas.

Crítica de “Blitz”, el sentido de la vida

David Trueba.

Escrito con el estilo dinámico y fresco que caracteriza al autor, resulta muy fácil identificarse con los personajes, al igual que ocurre en sus películas. En este caso Beto viene a ser el prototipo de joven profesional español, preparado pero sin un futuro claro.

Aunque tiene algún detalle divertido, se trata de un libro mucho más amargo que los anteriores, sobre todo en su lúcido tratamiento de los desengaños amorosos, que da pie a párrafos bastante sentidos. El autor demuestra una enorme madurez en sus reflexiones sobre el paso del tiempo y la fugacidad de la vida. Toma nota de la desorientación vital del hombre moderno, que vive despreocupado hasta que un día se da de bruces con la realidad, y entonces no encuentra ninguna respuesta convincente al significado de la existencia, por lo que únicamente sigue hacia delante. De forma secundaria, aborda asuntos como el sexo e incluso la actual crisis económica. Se lee tan rápido que el lector se queda con ganas de más, por lo que cabe esperar que no tarde muchísimo, como es habitual, en entregar una nueva novela.