El reiki es una técnica de imposición de manos que permite la mejora física, emocional, mental y espiritual del paciente. Una terapia alternativa que cada vez cuenta con más adeptos. Describimos qué es, para qué sirve y cuáles son sus beneficios.
La mejoría de dolencias y lesiones en lo físico, la desaparición del desasosiego y la infelicidad en lo emocional, la eliminación del estrés y la ansiedad en lo mental y la consecución de la armonía y el equilibrio en lo espiritual son los beneficios inmediatos que los incondicionales del reiki afirman experimentar tras las sesiones de esta práctica de armonización natural.
Aunque también hay detractores que aseguran que el reiki no se ha demostrado como un tratamiento alternativo para curar o sanar ninguna dolencia, como así atestiguan algunos estudios científicos elaborados por organismos internacionales de salud.
El reiki incide sobre los problemas físicos o emocionales y complementa, nunca sustituye, a la medicina convencional. Su origen se ubica en Japón, a comienzos del siglo XX, y empezó a difundirse entre monjes practicantes de artes marciales y yoga.
Para qué sirve el reiki y sus beneficios
El reiki actúa fundamentalmente cuando nuestra energía vital está en un nivel bajo que provoca desequilibrios físicos, mentales y espirituales.
En esta terapia no se hace utilización de componentes o sustancias externas. Tan solo las manos son el instrumento para canalizar las sinergias positivas.
Muchos se preguntan para qué sirve, y entre sus efectos inmediatos destacan la liberación de emociones, el aumento de la energía vital, el rejuvenecimiento de tejidos orgánicos, el alivio del sufrimiento en todos sus niveles, la reducción del estrés, la limpieza del organismo de toxinas, la capacitación del cuerpo para la autosanación, la acentuación de la capacidad de concentración para estudiar o trabajar, la preparación emocional para afrontar procesos quirúrgicos y la disminución del abatimiento y la depresión.
En qué consiste una sesión de reiki
Las sesiones de reiki podrían parecer similares a cualquier sesión con un osteópata o un fisioterapeuta desde una perspectiva genérica, pero en este caso las manos se imponen sobre ciertos puntos vitales. El terapeuta transmite la fuerza natural o reiki al paciente con el fin de aminorar o hacer desaparecer dolencias.
Sus manos recorren de pies a cabeza el cuerpo sin tocarlo, incidiendo en aquellos órganos dañados para que se distiendan y se canalice con mayor fluidez la energía positiva.
Una sesión puede durar entorno a los cuarenta o cincuenta minutos y suele acompañarse tanto de música suave como de esencias aromáticas y naturales.
La terapia alternativa en España
En España existe la Federación Española de Reiki (www.federeiki.es) que agrupa a asociaciones y personas practicantes que deben respetar unas pautas éticas y ofrecer unos niveles de calidad tanto en su práctica como en su enseñanza.