Oxitocina, la hormona del parto y del contacto social

De entre las funciones de la oxitocina, se encuentran su participación en el parto, la lactancia, y el establecimiento de relaciones sociales y afectivas.

Desde que viera la luz el concepto de oxitocina a manos del fisiólogo británico Henry Dale en 1906, y fuera aislada por  Vincent du Vigneaud en 1953, muchas han sido las funciones que se le han adjudicado. Conocida como la “hormona del parto”, “la hormona maternal”, o la “hormona del amor”, además de su participación en el parto y la lactancia, tiene su implicación en el proceso sexual, el establecimiento de relaciones sociales y, hasta se ha encontrado una relación directa entre la cantidad de oxitocina en el plasma sanguíneo y el autismo.

¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones? ¿Hasta qué punto es importante esta hormona para el ser humano?

 

¿Qué es la oxitocina?

Además de ser una hormona, la oxitocina se comporta también como neurotransmisor. De esta forma además de comunicarse con neuronas cercanas mediante sinapsis, también pueden viajar a cualquier parte del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Por ello tiene tantas y tan variopintas funciones como las que a continuación vamos a mostrar.

Es sintetizada por el hipotálamo, y se libera al torrente sanguíneo a través de la hipófisis.

 

Funciones de la oxitocina en el parto

Cuando comienza el parto, la oxitocina es liberada para que produzca las tan dolorosas contracciones. Con ello, el cuello del útero se dilata para dar lugar a la salida del bebé del vientre materno. A pesar de que esta hormona se produce de manera natural en el cuerpo de la mujer (también en el del hombre), cuando en ocasiones el parto se paraliza, se suele suministrar oxitocina sintética, para provocar las contracciones y así que el parto siga su curso. Ésta debe ser suministrada vía intravenosa, ya que si se hiciera por el aparato digestivo, esta se destruiria en en tracto gastrointestinal. Aún así, sólo dura unos tres minutos en sangre.

También existe su suministro en forma de spray nasal, aunque su efectividad está aún por demostrar con estudios más empíricos.

Una característica cuanto menos curiosa de esta hormona, es que necesita de un clima tranquilo, acogedor y familiar para segregarse, por ello se la conoce como la hormona contraria a la adrenalina, la cuál pone todo nuestro cuerpo en alerta ante el menor peligro.

En relación a ello, numerosas defensoras del parto en casa, utilizan la oxitocina en sus argumentos. Facilita el parto y lo hace menos extenso. Además, favorece la liberación de otra hormona, las endorfinas, un analgésico natural contra el dolor.

 

La oxitocina y la lactancia

Pasado el momento del parto, llegamos a la maternidad, momento muy esperado por algunas, y temido por otras. Al estímulo de la succión del pezón, se envía una señal a través de los nervios espinales al hipotálamo, provocando la activación de la secreción de leche en ráfagas intermitentes.

Con la lactancia ocurre lo mismo que en el parto; se necesita de un clima familiar y de tranquilidad para que el proceso se realice de la mejor forma posible.

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Otra función de la oxitocina se relaciona con la recuperación del útero tras el parto. Esas mismas succiones del bebé, provocan (tras complejas señales a través de los mismos nervios espinales) contracciones algo dolorosas las primeras semanas tras dar a luz. Como he comentado, ayudan a la recuperación del útero y a la coagulación del área de unión de la placenta tras el parto.

 

Relación de la oxitocina, la fobia social y el autismo.

Existen estudios empíricos que demuestran que esta hormona está involucrada de alguna forma en el proceso del “enamoramiento”. También se segrega tanto en mujeres como en hombres con el contacto de los genitales. En los hombres produce una mayor concentración de espermatozoides.

Se cree que también nos reduce los temores sociales. Se han realizado experimentos con oxitocina en forma de spray nasal, que, suministrada a personas con fobias sociales, parecen reducir ese miedo social y mostrarse más confiados con las personas desconocidas.

En cuanto al autismo, mediante análisis de sangre, se ha encontrado una menor concentración de esta hormona en personas con espectro autista.

¿Es esta hormona la vía o el camino hacia un posible tratamiento autista o de fobia social? Aún tendremos que esperar para confirmarlo…

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