Navidad, origen del hacer regalos en Papá Noel y Reyes

Hacer regalos en Navidad, gracias a dos tradiciones con orígenes muy diferentes. Papá Noel o Santa Claus que llegó del mundo anglosajón y adelantó los regalos a la Nochebuena. Pero no ha desbancado en España a los Reyes Magos. Mantienen el poder de ilusionar a los más pequeños a la hora de pedir sus regalos. Preparar los calcetines para Santa o escribir la carta para los Reyes forman parte ya, por igual, de nuestra tradición navideña.

regalos Navidad

Regalos de navidad

Una vez que ambas tradiciones se han aceptado para hacer regalos en las fiestas navideñas, el problema está en saber seleccionar y pedir bien esos regalos navideños. Los más tradicionales, como libros o juguetes, siguen teniendo su público. Aunque el regalo de Navidad también ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías y videojuegos, consolas, eBook, tablets… Estos regalos son ahora los reyes de las compras de diciembre y enero. En su origen, el presente navideño era más una ofrenda de acción de gracias que un quebradero de cabeza en acertar con el mejor regalo.

El origen de la costumbre de hacer regalos en Navidad

El sentido estricto de regalar como celebración del nacimiento de Jesús no ha existido nunca en el Cristianismo. En realidad, los orígenes de las ofrendas o de hacer regalos están en la tradición pagana. Encontramos muy antiguas tradiciones. Llevándolo al terreno antropológico, tendrían relación con antiguos ritos que hacían acción de gracias por el advenimiento de un nuevo año. Sobrevivir un año de vida más era en épocas remotas casi un milagro. Las necesidades básicas, de alimentación y vivienda, resultaban el mejor “regalo” para cualquiera.

Durante el solsticio de invierno y el cambio anual era obligado hacer obsequios a reyes y señores, pero también a los seres queridos. En agradecimiento a los dioses por el buen año vivido y pidiendo para el futuro que siguieran siendo benévolos. Se trataba de compartir con los más allegados una parte de los bienes materiales conseguidos ese año. Hacer regalos como ofrenda del bienestar conseguido, algo que ahora se confunde con el “consumismo”. 

Hacer regalos en Navidad

Hacer regalos, un escaparate de regalos en Navidad

Regalo navideño, su origen actual 

Un siglo más desconocido, por no suscitar tanto interés como la truculenta Edad Media o la fascinante Antigüedad, el XIX, tiene la autoría de la tradición de regalar por Navidad. Los decimonónicos románticos fueron los que sentaron las bases del decorado actual navideño. En el famoso Un Cuento de Navidad de Charles Dickens, de 1843, vemos ya todos los elementos que nos son familiares: el árbol con los adornos navideños, la festividad de la Nochebuena y los regalos en la madrugada del día de Navidad.

En el caso de los Reyes Magos, que es la tradición ibérica (España y Portugal) y por herencia, también lo es en muchos países latinoamericanos, de hacer regalos en la epifanía cristiana (6 de enero) a los niños, sí que subyace la idea de alegría, “regalar”, por el nacimiento del hijo de Dios. Es una representación simbólica de las ofrendas entregadas al niño ya nacido y que se ha manifestado como Dios, por tres supuestos Magos (astrónomos, chamanes) de Oriente que “adivinaron” esa manifestación (Epifanía).

Hacer regalos en Navidad o en el Día de los Reyes Magos

Curiosamente en la Antigüedad y en la Alta Edad Media (del siglo VI al XII), los países europeos (latinos) que ahora ofrendan en la Epifanía (manifestación del 6 enero) lo hacían en el día de Nochebuena. La jerarquía de la Iglesia, en el Occidente del Imperio Romano, para contrarrestar las celebraciones paganas que del solsticio de invierno sobrevivían, decidió establecer como día de ofrendas el 25 de diciembre y fijarlo como fecha del nacimiento de Jesús, desde luego sin ningún criterio o rigor histórico.

Con el tiempo, tras conflictos de calendarios en la fecha de la Natividad (Nacimiento) entre la parte oriental y la occidental del antiguo imperio, una zona fue adoptando las celebraciones de la otra, unificándose que la Nochebuena y Navidad (madrugada en la que Jesús nace) fuese la sagrada y religiosa festividad, y la Epifanía (Día que Jesús se da a conocer) la festividad menos solemne de las ofrendas, es decir, el día de hacer los regalos.

Hoy día parece que ese problema está teniendo una solución salomónica: tendremos regalos el 25 de diciembre con el bonachón Papá Noel y el 6 de enero, previa escritura de la carta de deseos, con los Magos de Oriente. Porque no estamos dispuestos, aunque sea peor fecha para disfrutar del regalo, a suprimir una tradición que en España está muy arraigada. Por eso me van a permitir ponerme a escribir otro texto.

«Queridos Reyes Magos»…

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