La novia de Frankenstein (1935), de James Whale

1

La película ‘La novia de Frankenstein’ es la prueba de que no siempre “segundas partes fueron peores”.

Cuatro años más tarde del éxito de taquilla que representó Frankenstein, de James Whale, y otra vez con el protagonismo de Boris Karloff, Universal se lanzó apostando fuerte con una secuela de ésta, con un mayor desarrollo del guión y una profundización del nudo dramático que ya se prefiguraba en la primera parte.

Sinópsis argumental

La película comienza con una escena de tipo histórico-especulativa, en la que se hallan reunidos Lord Byron y el matrimonio de escritores conformado por Percy y Mary Shelley. En una noche de tormenta, ella acabaría de narrarles a sus compañeros la historia vista en la primera entrega de la serie, y ellos quedan ávidos de que continúe la narración. Entonces, allí mismo, ella se aviene a proseguirla.

La historia de La novia de Frankenstein comienza en el preciso momento en que concluye la anterior. Sabemos que el Dr. Henry Frankenstein (interpretado por Colin Clive) ha sobrevivido a su enfrentamiento final con el monstruo (Boris Karloff) de la primera entrega, y ahora nos enteramos de que éste también lo ha hecho, de entre las ruinas del viejo molino, que la turba de campesinos prendiera fuego. El monstruo sobrevive, y luego de perpetrar algunos asesinatos en el sitio de los hechos, huye hacia el bosque.

Mientras tanto el Dr. Frankenstein convalece en su castillo, acompañado por su esposa, Elsa (interpretada ahora por Valerie Hobson, en la anterior película lo hizo Mae Clarke), pero pronto es visitado por el siniestro Dr. Pretorius (magníficamente interpretado por Ernest Thesiger), quien ha estado realizando experimentos similares a los de Frankenstein, pero en un proceso más parecido al de la ingeniería genética, algo en lo que en algún momento Frankenstein calificará como “magia negra”. Pretorius viene a convencer a Frankenstein de unir fuerzas y compartir sus conocimientos, para un mayor éxito en un próximo experimento en conjunto, pero éste le rechaza horrorizado, y le echa de su castillo.

Con el transcurrir del tiempo, mientras tanto, el monstruo deambula por distintos parajes, con mayor o peor suerte, mayormente siendo combatido ferozmente por casi todos, a causa de su fealdad, hasta que se encuentra con un ciego, que le acepta y de quien aprende a hablar, y sobre el valor de la amistad.

El monstruo se entera también de su origen artificial, del que Frankenstein es responsable, y más tarde Pretorius lo encuentra y le convence de extorsionar a su creador para que le construya una compañera, de la misma manera que lo fabricó a él.

Elsa Lanchester como "la novia" - Imagen by Universal Pictures

Elsa Lanchester como “la novia” – Imagen by Universal Pictures

Similitudes y diferencias entre La novia de Frankenstein y su antecesora

En La novia… se presenta un mejor guión que en Frankenstein, en el que se profundiza el carácter marginal del monstruo. A pesar de que cuatro años más tarde, Boris Karloff se encontraba entonces mejor alimentado que en la primera ocasión, el maquillador Jack Pierce remarca lo terrible de su diseño, en las quemaduras sufridas por el monstruo tras el incendio del molino, en la escena final de la primera, y reduce su vestuario a jirones. En esta oportunidad se agudiza también de mejor manera que la violencia homicida del monstruo es respuesta de la propia violencia que el entorno ejerce sobre él, a causa de su fealdad, y la tendencia natural de aquel hacia lo bello y lo bueno (el monstruo disfruta aquí de la música que el campesino ciego toca en su violín, y comprende que la comida y la bebida compartida con amigos es parte de la felicidad).

Juega en contra de esta interesantísima visión el hecho de que en la primera parte, en la confección del monstruo, accidentalmente se le inserta al cuerpo el cerebro de un difunto, quien habría sido un sub-normal, lo que aparejaría la violencia criminal del mismo. Es evidente que éste es un detalle que no venía al caso y que luego iría en contra del sentido dramático que se le quiso infundir a la trama.

No obstante, la excelente actuación de Boris Karloff nos hace olvidar pronto de este tropiezo narrativo, y el sentido más dramático de la trama queda muy bien expresado en escenas de antología, como en la que el monstruo aprende el valor de la palabra “amigo”, o en la que es apresado por la turba, o en la que es rechazado por el monstruo femenino recién creado, interpretado por Elsa Lanchester, quien también encarnara a Mary W. Shelley, en la primera escena de la película.

Jack Pierce vuelve a lucirse, ya no sólo con la actualización de la impronta del monstruo, ahora también con el diseño de “la novia”, otro ícono del siglo XX, provista de una modernidad que aún asombra.

Colin Clive sigue siendo tan pésimo actor como en la primera, y la música en esta tan inadecuada, también.

Las películas de Frankentsein de la Universal (que en la saga pueden contabilizarse siete, ocho, si se considera a la La mansión de Drácula (1945), de Erle C. Kenton, como a la última) siempre presentaron personajes aleatorios realmente memorables. En la primera ocasión fue Fritz, el asistente jorobado y maltrecho del Dr. Frankenstein, interpretado por Dwight Frye (el Rensfield de Drácula (1931), con Bela Lugosi), en este caso el Dr. Pretorius, interpretado por Ernest Thesiger.

Por lo demás, La novia de Frankenstein sigue presentando la misma magnífica puesta que la primera.

Curiosidades

Hubo una primera intención de filmar esta película en colores (algunas muestras fotográficas de ello pueden encontrarse en Internet), pero pronto se decidió continuar en el clásico blanco y negro.

Entre los “extras” (y fuera de créditos), aparece John Carradine (uno de los cazadores, en la escena del lago), quien años más tarde sería una de las estrellas de la compañía, incluso interpretando a Drácula.

Existe una versión de esta película (sin llegar a ser una remake), llamada La novia (1985), de Frank Roddam, y con Sting en el papel del Dr. Frankenstein y con Jennifer Beals como “la novia”.

La película Gothic (1996), de Ken Russell, narra los pormenores de la creación de la novela Frankenstein, en aquellas reuniones celebradas por el matrimonio Shelley y Lord Byron.

Ficha técnica

James Whale (dirección)
William Hurlbut y John L. Balderston (libreto original)
Carl Laemmle Jr. (producción)
Franz Waxman (música)
John J. Mescall (fotografía)
Ted J. Kent (edición)

Elenco:

Boris Karloff (el monstruo)
Colin Clive (Henry Frankenstein)
Valerie Hobson (Elizabeth)
Ernest Thesiger (Dr. Pretorius)
Elsa Lanchester (Mary Wollstonecraft Shelley / “la novia”)
Gavin Gordon (Lord Byron)
Douglas Walton (Percy Bysshe Shelley)
Una O’Connor (Minnie)
E.E. Clive (Burgomaestre)
Lucien Prival (Butler)
O.P. Heggie (Hermit)
Dwight Frye (Karl)
Reginald Barlow (Hans)
Mary Gordon (esposa de Hans)
Anne Darling (chica del lago)
Ted Billings (Ludwig)

Amazon España: -

Amazon Reino Unido: -

Amazon Estados Unidos: -

Amazon España: -

Amazon Reino Unido: -

Amazon Estados Unidos: -

Amazon España: -

Amazon Reino Unido: -

Amazon Estados Unidos: -

Especial para “fans”:

Amazon España: -

Amazon Reino Unido: -

Amazon Estados Unidos: -

Una Respuesta

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Haz la operación aritmética: *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.