Los hermanos Muñoz, de Estopa, lanzaron su nuevo álbum hace ya casi dos meses. Con el debido reposo y varias escuchas de “Rumba a lo desconocido“, analizamos sus temas y escribimos una crítica.

La rumba y el rock se fusionan en este trabajo como ya lo han hecho en muchos anteriores, como “Destrangis” o “¿La calle es tuya?“. Dejan algunos toques que recuerdan a otras composiciones y detalles nuevos dentro de su sonido habitual.

Los 46 minutos que dura este “Rumba a lo desconocido” nos mantienen atentos y con ganas de escuchar cómo será la siguiente canción. Estopa empieza fuerte, con Nadie sabe, y tras algunos cortes más rumberos y tranquilos, como su single Pastillas para dormir, o Ando buscando, vuelven canciones con cuerpo de rumba (muy apreciable en las voces), pero vestidas de rock.

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Estopa lanza su nuevo disco y lo analizamos

Estopa durante un concierto

Crítica y análisis de los temas de “Rumba a lo desconocido”, lo nuevo de Estopa

Nadie sabe. Abriendo el disco, este primer corte es la mezcla más evidente de rock y rumba. Anuncia lo que va a venir después en todo el LP, que es esa comunión entre los dos estilos. Algo que ya se había visto antes, pues es parte de la seña de identidad de Estopa. Un buen tema para abrir los conciertos y que el público no tenga tiempo casi ni de calentar.

Pastillas para dormir. Un sonido muy puro de la guitarra española, que en el resto de canciones no se aprecia tan claramente. Se aleja de las demás, por lo que sorprende que se la eligiera como single. Entra muy bien, con las voces tomando más importancia.

Estatua de sal. Posiblemente la más rumbera, acompañada por algunos punteos de guitarra de fondo. Muy del estilo de los de Cornellá. Las voces en el estribillo cuentan con un efecto de reverb (efecto de eco) que quizá no se haya escuchado antes por su parte. También se añaden sonidos con el teclado, notas de músicas más orientales, y un buen solo de guitarra española.

Ando buscando. Una canción pausada, con un inicio que recuerda a temas como Ninguna parte. La letra está muy elaborada y es una de las composiciones que más han calado en el público, identificando un sonido más clásico y propio del grupo. Entra, sin duda, entre las mejores canciones del LP.

Gafas de rosa. Como muchas veces se ha visto, aquí escuchamos la rumba mezclada con estilos como puede ser el reggae. Recuerda a temas como Vacilón, del “2.0“, o Cuerpo triste, de “Allenrok“. Una canción fresca y animada cuya letra poco tiene que ver con los dos ejemplos anteriores, pues toma un tono de crítica social que pocas veces se deja ver. A la hora de escucharlo se pueden venir a la cabeza otros grupos actuales como Macaco.

Con el viento. Aquí vuelve a apreciarse un estilo algo más rockero, con la guitarra eléctrica aportando diferentes punteos. Un tema tranquilo, que habla del paso del tiempo, igual que pasa la canción, tranquilamente y con un estribillo pegadizo. Es un tema que se escucha con facilidad, amable y reflexivo, algo muy presente en las letras de este disco: la reflexión. Por ponerle alguna pega, el final resulta demasiado parecido al de Vientos de tormenta, de “Allenrok”.

Se me olvida la vida. Una canción más rumbera, con percusiones que recuerdan a otras antiguas y un buen ritmo. En la línea de algunos temas como No quiero verla más. En la letra puede apreciarse una referencia a otra canción, de su trabajo anterior, Un rincón de mi mundo.

Donde va mi alma. Con un coro pegadizo, aunque no del todo convincente en la melodía, comienza este corte, que recuerda a otros como Alma animal. Es el ejemplo más claro de mezcla de voces más rumberas con la música más rockera, tanto en la línea de la guitarra como en la batería. Después, el estribillo adquiere otro tono, con sonidos más suaves por parte del teclado. Donde va mi alma ofrece también una de las letras más trabajadas.

Mundo marrón. Un tema muy tranquilo donde las voces y los versos toman más protagonismo. Una de las joyas que nos deja este “Rumba a lo desconocido”, sin ninguna duda. Se sale de la dinámica rockera que empapa el disco, pero no deja a nadie indiferente, pues tiene una melodía pegadiza en el estribillo. Sigue la línea de Ando buscando y la música recuerda más a canciones de “Destrangis”.

Corona de espinas. Con un fuerte inicio llega este noveno corte, que empieza solo con la guitarra para que después se unan los demás. La voz entra con un fondo de guitarra, con un palmute que recuerda a grupos más del estilo de Despistaos, pero solo en ese momento, pues el resto del tema tiene un tono mucho más rockero y que se asemeja a grupos clásicos de este estilo. Aquí se aprecian sonidos más innovadores, más sicodélicos, como la atmósfera que rodea al disco por sus dibujos e ilustraciones. Un buen tema para abrir boca ante lo que se avecina después.

Tonto. Con un ritmo entrecortado y pegadizo. Así comienza Tonto, uno de los temas más enérgicos del álbum. Durante las estrofas te va preparando para llegar a un estribillo en el que la voz y la música explotan para llenarnos de emoción. Es un fragmento más pausado, al estilo de Lunes, y también como ese “déjame que piense” de Cacho a cacho en los directos, o en la versión de esa misma canción tocada con Rosendo. Quizá se eche en falta algo más de variedad en el punteo de la guitarra, como sí se ve en otros cortes, por ejemplo, en Donde va mi alma.

Sin sombrero. Para cerrar el disco llega este tema, muy corto, como sucedía en “Destrangis” con Mi primera cana. El inicio vuelve a recordar a temas parecidos a Alma animal. La letra te capta, una de las mejores del disco. A mitad de camino el tema rompe con guitarras distorsionadas y voces fuertes. Da paso así a uno de los momentos más duros de todo el trabajo para después volver al mismo ritmo y melodía de antes, cerrando una gran canción, tan buena como breve.

Estopa y “Rumba a lo desconocido” ponen rumbo al éxito

Crítica de Rumba a lo desconocido de Estopa

Portada de Rumba a lo desconocido, lo nuevo de Estopa

Las ventas parecen indicar que es uno de los grandes éxitos del momento y de los discos más esperados. Y es que habían pasado cuatro años desde el último álbum de estudio de los catalanes. Por el momento, parece que sus seguidores están contentos, aunque muchas voces continúan diciendo que no hay nada como el primer disco.

Obviamente, los primeros trabajos serán muy diferentes a los de un grupo que ha evolucionado y ha vivido muchísimo desde ese “Estopa” de 1999; pero este nuevo LP, se defiende y cumple con creces, y bien podría estar entre los tres mejores álbumes de la banda.

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