Ingeniera agrónoma por la UPM y especialista en agricultura ecológica, Marga Roldán es una voz autorizada dentro del sector. En esta entrevista nos habla del presente y del futuro de la cosmética econatural y del trabajo que realiza la red ecoestética.

Marga Roldán es una mujer apasionada de la ecología. Una cena, una comida, una reunión con amigos, cualquier ocasión es válida para aprender con Marga de alimentación y estética econatural. Hace muchos años, cuando en este país la agricultura ecológica era una gran desconocida, ella convirtió su pasión en una forma de vida y en su trabajo diario.

– ¿Cuando y porqué se crea la Red ecoestética?

Marga Roldán: “La ecoestética se constituye el 2 de noviembre de 2011 con la firma del convenio de colaboración de la Asociación Vida Sana y la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Se trató del primer proyecto de la red cofinanciado por el Fondo Social Europeo a través del Programa empleade la Fundación Biodiversidad.

Antes del inicio del proyecto habíamos observado en las diferentes ediciones de BioCultura que el sector de la cosmética necesitaba un soporte para cohesionarse e impulsarlo. Había pocos expositores, la oferta de productos no era tan amplia como el consumidor ecológico y responsable deseaba, y lo más importante de todo: había un vacío informativo enorme. La falta de información era tanto a nivel consumidor como del propio sector. No se tenía muy claro qué era un cosmético econatural de verdad, cómo se debían comercializar y si realmente lo que estaban vendiendo era lo que pensaban que era.

El proyecto surge para apoyar al sector, formar e informar a los profesionales que trabajan con cosméticos e informar al consumidor. De forma indirecta, fomentar también el consumo responsable de la cosmética y productos de higiene personal econaturales. Y como objetivo final, proteger el medio ambiente y la salud de todos los que vivimos en él”.

– El sector de la cosmética natural está experimentando un fuerte crecimiento, el auge de lo natural se impone. ¿A qué crees que se debe?

M.R: “El crecimiento exponencial del sector puede deberse a varios factores. El consumidor está empezando a tomar conciencia que no solo ha de preocuparse por su alimentación, sino también por los cosméticos y productos de higiene personal que usa. Hay un alto porcentaje de personas que están generando alergias y problemas ante los ingredientes tóxicos de los cosméticos convencionales y, sobre todo, la oferta está aumentando porque el consumidor está encontrando más facilidad para acceder a los cosméticos econaturales y por lo tanto la demanda se ve incrementada.

Se está experimentando un cambio de conciencia a nivel global que también está llegando al consumo de una cosmética más saludable y respetuosa con el medio ambiente, aunque en la mayoría de los casos el consumidor no llega a pensar en el factor ambiental de su compra”.

– ¿Consideras que los consumidores están correctamente informados acerca de la cosmética natural?

M.R: “Están algo más informados, pero en nuestro trabajo nos estamos dando cuenta que la falta de información es tan grande y, en muchos casos tan confusa, que aún queda una gran labor por realizar.

Lo que hemos observado en estos años de trabajo de la red es que cada vez hay más gente planteándose si sus cosméticos son seguros, y sobre todo los profesionales que trabajan a diario con estos productos no dejan de solicitarnos información”.

– Existen muchos sellos de certificación privados que velan por la calidad y autenticidad de estos cosméticos pero, ¿no crees que es necesaria una regulación oficial por parte de las administraciones públicas?

M.R: “Esta es la pregunta que nos hacemos todos. Una legislación regularía el gran engaño que hay sobre los cosméticos econaturales. Lo preocupante es que ahora mismo cualquier marca puede poner que su cosmético es ecológico, orgánico, biológico y natural sin ningún tipo de control.

Como consumidores no nos queda más remedio que mirar bien el etiquetado, ver si están certificados o no, ver lo que dicen las normas que lo certifican y, en definitiva, hacer una labor de investigación.

Desde la red siempre decimos que una de las cosas importantes es conocer quién hace el producto, qué criterios tiene, la filosofía de trabajo de la empresa, su sensibilidad medioambiental y, sobre todo, ver la calidad de los ingredientes que usan.

– Háblame brevemente de los peligros de los transgénicos y de las nanopartículas en relación a la cosmética natural.

M.R.: “En la cosmética econatural está prohibido el uso de estos ingredientes. Los transgénicos representan un claro peligro medioambiental al introducir en el ecosistema nuevos individuos que no sabemos cómo actúan y no sabemos cómo afectan al resto de los individuos del medio.

Es importante tener en cuenta que un transgénico es un organismo al que se le ha introducido un gen de una especie totalmente diferente en su ADN y por lo tanto se ha creado un ser nuevo. Una mejora genética no tiene por qué ser un organismo transgénico. Más que hablar de peligro, es decir que estos organismos son innecesarios y punto. Y se está comprobando que son un peligro para la salud y para el ecosistema.

Sobre las nanopartículas, su peligro básico es que al ser tan pequeñas (nanómetros) llegan directamente al ADN celular y pueden modificarlo. Y al igual que los transgénicos se puede vivir perfectamente sin ellos.

El peligro de todas estas sustancias y organismos que estamos creando es que lo periodos de experimentación para comprobar su seguridad son tan pequeños que cuando se descubre que son peligrosos el mal ya está hecho, y en algunos casos es irreversible”.

-¿Cuáles son los principales objetivos de la Red ecoestética a medio y largo plazo?

M.R.: “Como comentaba al principio el objetivo principal es dar estructura al sector, ayudar a los profesionales e informar al consumidor. De esta forma potenciaremos el consumo de cosmética econatural y como efecto secundario estaremos protegiendo el medio ambiente.

Son los objetivos que la Asociación Vida Sana ha tenido desde sus inicios. En este caso, al ser un sector sin legislación, en cuanto al uso de los términos y qué es un cosmético econatural, creemos que nuestra labor ha de ser también de denuncia de los falsos econaturales, como hicimos al principio con los falsos bio en la alimentación”.

– Habéis creado un sello de certificación propio, BioVidaSana. ¿A qué empresas está destinado?

M.R.: “Creamos una norma de cosmética econatural antes de pensar en la red. En el 2007 la Asociación Vida Sana crea una norma al ver que en las ferias BioCultura había fabricantes artesanales que hacían muy buenos productos pero que no podían acceder a una certificación de calidad.

Durante estos 7 años de vida hemos ido haciendo los ajustes necesarios para ofrecer una norma acorde a nuestros criterios y las necesidades del sector. Tenemos una norma consolidada y de calidad certificada por bio.inspecta, certificadora suiza acreditada.

La norma BioVidaSana va dirigida a artesanos que hacen cosméticos econaturales y desean poder poner en el mercado sus productos con un sello que garantize que han pasado por una inspección que demuestra que cumple con nuestra norma.”

– Por último, ¿Qué consejos le darías a todos aquellos consumidores de cosmética natural?

M.R.: “Al comprar cosméticos y productos de higiene personal econaturales busca profesionales que te asesoren correctamente y que tengan toda la información necesaria. Se puede comprobar con facilidad si quien te vende el producto o te hace el tratamiento de belleza domina la materia o simplemente repite lo que el comercial le ha dicho.

Que se informen de lo que están comprando, que miren muy bien la etiqueta (el INCI; listado de ingredientes) y que den una oportunidad a los productos, pues cuando hacemos el cambio de cosmética convencional a econatural hay un periodo de adaptación de la piel y el pelo a los cambios.
Y básicamente, que menos es más. Cuando el producto tiene pocos ingredientes pero todos son principios activos ecológicos mejor. Y si necesitan ayuda siempre pueden recurrir a Red Ecoestetica para consultarnos”. Muchas gracias Marga por tu tiempo y tu dedicación.