No son pocas las veces en las que deseamos que nos ocurran determinadas cosas y no llegan, pero cuando de repente desistimos de algo aparece como si tal cosa. Esto es precisamente lo que ocurre en “El amor me persigue, pero soy más rápida“. Una hilarante, divertida y romántica-erótica novela en la que Mar decide alejarse de los hombres y del amor sin saber que Cupido tiene otros planes previstos para ella.
Ficha técnica de “El amor me persigue, pero yo soy más rápida”
El amor me persigue pero yo soy más rápida – Image by Amazon.es
- Autora: Elisabeth G. Iborra
- Editorial: Esencia
- Género: Narrativa romántica
- Longitud: 382 páginas
- Año de publicación: Enero de 2015
- Formato: Versión impresa y Kindle
- ISBN: 978-84-08-13521-0
Argumento de “El Amor me persigue, pero yo soy más rápida”
Mar es una periodista y escritora que tras haber vivido en Barcelona decide cambiar de aires y buscarse un sitio aislado en el que poder hacer su trabajo. Y como “la cabra tira al monte” y tiene raíces andaluzas opta por irse allí y explorar diferentes pueblos de esa comunidad hasta que encuentra uno que le llama tanto la atención que decide instalarse allí. Para ello, se fija en Conil, un pueblo de Cádiz. Encuentra “la casa de sus sueños” en un lugar “aislado del mundo, en un acantilado, con una cala para ella sola, con vistas al mar desde las amplias cristaleras de las dos plantas habitables, con jardín y un huerto“.
Además de haber publicado varios libros, consiguiendo que uno de ellos haya llegado a ser Bestseller, Mar también escribe reportajes para diferentes medios. Y no se trata de una mujer corriente. Es una bohemia a la que le encanta el nudismo y sentirse en conexión total con la tierra que practica el surf, baila en la playa, disfruta tomando el sol en su jardincito utilizando el portátil como único atuendo para esconder ciertas partes de su anatomía, es atractiva y cautivadora, inteligente, irónica, con una gran y alocada personalidad y con las ideas muy claras: “No sabe qué hacer con los hombres, si es que pasa de ellos , de verdad. Lo último que quiere ahora es una relación que perturbe la paz interior que necesita y no quiere a nadie en su vida. Quiere que la dejen tranquila“. Y no le gusta atarse ni a nada ni a nadie, ya que siempre “tuvo claro que no quería trabajar asalariada en una oficina” y quería “ser libre de todo tipo de contratos y ataduras, incluidas las hipotecas y compromisos a largo plazo“, por lo que huye también de los hombres y del amor.
Pero por mucho que intente huir y no quiera ataduras, no sabe los planes que Cupido tiene preparados para ella y cuando menos se lo espera, un auténtico adonis aparece en su camino, creándose una gran tensión mental y sexual entre ambos que les hará vivir diferentes situaciones por las jugarretas que el azar les tiene reservadas.
Sobre la autora: Elisabeth G. Iborra
Se licenció en Ciencias de la Información en la Universidad del País Vasco en Bilbao, y comenzó su carrera periodística en Radio Euskadi y El Mundo del País Vasco. Marchó a Cataluña y allí trabajó para Metro y El Mundo de Cataluña. Convertida en periodista independiente, ha trabajado para numerosos medios, como Metro, Agencia EFE, El Heraldo de Aragón, El Periódico de Cataluña, MAN, Woman, CNR o Primera Línea. Ha colaborado en RNE y en la Televisión Aragonesa.
Opinión personal sobre “El amor me persigue, pero yo soy más rápida”
Es un libro muy ágil, entretenido y dinámico que en numerosas ocasiones consigue arrancarnos grandes carcajadas, al menos a mí, por la forma de expresarse que tiene la protagonista al utilizar un tono irónico, atrevido, inteligente y explícito a lo largo de toda la novela.
Una historia en la que muchas personas que no han tenido mucha suerte en el amor pueden sentirse identificadas cuando deciden poner tierra de por medio y decir eso de… “Una vez y no más”, por lo que habla de un tema muy real y actual, eso sí, con un tono muy desdramatizador.
Está escrita en primera persona y con un estilo muy particular en el que los detalles y las descripciones ambientan a la perfección tanto los escenarios en los que se van desarrollando las diferentes situaciones como a los propios personajes, dotándole de una frescura con la que consigue atrapar con gran facilidad al lector desde la primera frase, gracias unos toques muy cómicos y unas comparaciones únicas que logran hacer imaginar la escena.
Los personajes están realmente definidos y se nota en ellos una evolución conforme se va adentrando más en la historia haciéndose más patente, si cabe, en David, ese “particular adonis” que desde la primera vez que Mar lo ve pasar delante de sus ojos sobre su caballo la emboba por completo, ya que al principio era reacio a cualquier tipo de compromiso y al final de la historia decide dar un paso importantísimo cogiendo por sorpresa incluso a la propia protagonista.
Se detalla a la perfección cada momento, cada actuación, cada fiesta, cada cena y también los pequeños imprevistos que van surgiendo en la relación, tal como ocurre en la vida real, haciéndonos reflexionar en clave de humor y un tanto irónico, cómo llegamos a pensar en un momento determinado de nuestra vida y en cómo el destino se puede encargar de hacernos cambiar de opinión drásticamente.
Si tuviera que ponerle algún “pero”, quizás y en mi humilde opinión, sería a algún que otro párrafo de los primeros capítulos ya que creo que se explayan demasiado en determinados momentos, como por ejemplo en las explicaciones que se dan al recorrer los diferentes pueblos de la costa andaluza en búsqueda de uno que realmente le guste.
Por lo demás, he de reconocer que es un libro recomendable para todos aquellos a los que les encanta el sentido del humor, el doble sentido de las expresiones o la ironía, además de la novela romántica y erótica, llegando a ser una gran idea para regalarlo en San Valentín, de la misma forma que lo son estas otras propuestas.
Además, tenéis la oportunidad de conocer de primera mano cómo surgió la idea de escribir el libro, si David existe realmente, en qué se inspira la autora y muchas cosas más en esta bonita entrevista concedida por Elisabeth G. Iborra.
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