Los diamantes certificados ayudan a verificar su precio real y a evitar comprar los llamados diamantes de sangre.
A la hora de adquirir un diamante es importante conocer las características de esta gema que determinan su precio: color, pureza, talla y peso. Pero también hay que exigir las certificaciones adecuadas, indicativo de su calidad y de la procedencia del mismo.
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Diamantes certificados ayudan a verificar su valor
Los certificados para diamantes son expedidos por los laboratorios de gemología más importantes y sirven para verificar la calidad, y por tanto el valor, de un diamante. Consta de un documento en el que figuran todas las cualidades de la piedra, las cuales han sido certificadas cuando esta no se encontraba engarzada en ninguna joya.
Diamantes brutos antes de ser tallados y pasar por procesos de certificación – CC-by-sa Ptukhina Natasha
Qué incluye el certificado de un diamante
Aunque cada laboratorio puede tener sus pequeñas variaciones en la forma de realizar la autentificación y de las características que pone en el certificado, algunas son bastante comunes:
- La pureza del diamante.
- El color de la gema.
- La talla o acabado de la pieza.
- El peso.
- Las proporciones del diamante, como el grosor máximo o la altura del mismo.
- Las modificaciones de la pureza y el color. Estas repercuten de forma muy importante en el precio, por lo que si aparecen en el certificado la pieza verá reducido su valor final.
- Los defectos en la estructura, originados principalmente por la manipulación del diamante a la hora de tallarlo.
Cómo identificar un diamante certificado
Cada vez de forma más común, para identificar un diamante certificado, se realiza una inscripción en las piedras preciosas que se ve únicamente con una lupa. En ella se coloca un número identificativo que puede relacionarse con el documento de certificación expedido.
Así, los laboratorios que emiten la certificación deben estar reconocidos por la Confederación Internacional de Joyeros (CIBJO). Los más importantes que extienden certificados para diamantes y son conocidos por su gran rigurosidad son:
- El Instituto Gemológico Internacional o (IGI), con sedes en varios países.
- El Instituto Gemológico de América (GIA), con sedes en varios países.
- La Sociedad Americana de Gemas (AGS), con sede en Estados Unidos.
- El Alto Consejo del Diamante (HRD), con sede en Bélgica.
- El Laboratorio de Gemas Gubelin, en Suiza.
- Además, en España se encuentra el Instituto Gemológico Español (IGE), que también extiende certificados de diamantes.
La certificación del Proceso Kimberley y los diamantes de sangre
El proceso Kimberley se creó para garantizar de dónde provienen los diamantes – CC-by Laura Lartigue
En ocasiones, estas piedras preciosas pueden llegar al consumidor desde lugares en conflicto. Estos son los llamados diamantes de sangre. Gemas de este mineral que tienen un origen en países en conflicto y que utilizan este mineral para la compra de armas y la financiación de guerras, sobre todo en el continente africano.
Para evitar que lleguen a manos del consumidor, la comunidad internacional creó el Proceso Kimberley, un sistema de certificación para garantizar la procedencia de los diamantes. Estos certificados de los diamantes pueden pedirse al joyero en el momento de la compra de la joya con diamantes o de la adquisición de un diamante no engarzado.
De esta forma se garantizará que no se está ayudando a la financiación de conflictos, especialmente en África, y se está evitando la adquisición de diamantes de sangre.
Así, son dos los certificados que verificarán el precio y el origen a la hora de comprar diamantes. Es importante pedirlos para conocer bien la pieza que se está adquiriendo, la cual, una vez hecho, podrá disfrutarse con toda plenitud.
