10 meses hemos estado esperando a que volviera Juego de Tronos. Semanas en las que hemos estado discutiendo cientos de teorías sobre qué podría ocurrir a continuación sin ninguna pista, puesto que la serie ya había adelantado a los libros en la anterior temporada. Por fin, comienza la sexta temporada. El primer capítulo se llama La mujer roja y en esta entrada comentamos nuestra opinión sobre él.
Ficha Técnica
- Director Jeremy Podeswa
- Guionistas David Benioff y D. B. Weiss (basado en Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin)
- Música Ramin Djwadi
- Montaje Crispin Green
- Director de fotografía Gregory Middleton
No es fácil manejar una historia con tantos personajes principales y queridos, cada uno en un rincón distinto del mundo. Menos aún si tienes que meter a la mayoría en un capítulo de menos de una hora, darles un mínimo desarrollo o iniciar una trama con la que el público pueda conectar y querer saber más. David Benioff y D. B. Weiss, los principales responsables de la adaptación de HBO de Canción de Hielo y Fuego, la obra de George R. R. Martin; saben hacerlo bastante bien. Este primer capítulo de la sexta temporada de Juego de Tronos, La mujer roja, que fue emitido por Canal + Series el domingo a las 3:00 de la madrugada, simultáneamente al estreno en Estados Unidos; es una prueba de ello.
Como siempre, depende de las expectativas con las que cada uno se acercase a este arranque de temporada la valoración del mismo. Es obvio que hay algo, muy relacionado con el final de la quinta temporada, que todos esperábamos ver y al final no ha ocurrido en este capítulo. Pero antes de pasar a hablar de ello a fondo, coloquemos el necesario aviso: A partir de aquí spoilers are coming.
Después de una gran destrucción, de uno de esos golpes en el tablero que ponen todas las piezas patas arriba típicos de George R. R. Martin, llega un período de reconstrucción, de ir colocando cuidadosamente todo en un lugar distinto al que estaba, poco a poco. Hasta que sea el el momento de volver a dar otro golpe en la mesa.
El Muro
En esta temporada, algunas piezas se encuentran en la misma posición en la que terminaron la anterior. En El Muro, comenzamos con Jon Nieve (Kit Harington) de cuerpo presente custodiado por un Davos Seaworth (Liam Cunningham) sin tiempo para echar de menos a Stannis, unos pocos hermanos todavía fieles y Fantasma. En unas escenas con tensión palpable y creciente, con diálogos en lugar de espadas (lo que algunos critican diciendo que “no pasa nada”) pero que sirven brillante para lo que puede venir a continuación (¿una lucha en clara inferioridad con los salvajes llegando al rescate? ¿Melissandre, protagonista del capítulo por su intrigante revelación al final del mismo, haciendo de las suyas?).
Davos Seaworth piensa qué hacer para salir vivo del Muro en el primer capítulo de la sexta temporada de Juego de Tronos
Invernalia
Yendo hacia el Sur, pero todavía en el Norte, Sansa (Sophie Turner) y Theon (Alfie Allen) se reúnen por fin con Brienne (Gwendolyne Christie) y Podrick (Daniel Portman), en la única secuencia de combate del capítulo, y la caballera puede por fin poner su espada al servicio de Sansa y cumplir la promesa que le hizo a Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau). Escenas cortas, pero intensas, como un buen café. Apuntando un objetivo para dichos personajes de cara al futuro cercano, y una escena que supone la vuelta a la acción de Theon, que vuelve a empuñar un arma para luchar por algo, hecho significativo para el pobre Hediondo.
Mientras tanto, en la capital del Norte, Ramsey (Iwan Rheon) y Roose Bolton (Michael McElhatton), que se han ganado el puesto como grandes villanos del momento, piensan en cómo consolidar su posición ante la capital y el resto del Norte, ahora que no tienen a Sansa en su poder. Otra escena en la que parece que no pasa nada, pero en la que vuelve la tensión en los diálogos entre padre e hijo, aunque no se deja entrever mucho del futuro de esta trama.
Desembarco del Rey
En la capital podemos ver a la joven reina, Margaery Tyrell (Natalie Dormer), que continúa retenida por el Gorrión Supremo (Jonathan Pryce), sin posibilidad aparente de salir, salvo abrazar las formas de la orden religiosa. Otra pieza que sigue donde estaba, aunque el líder de la Iglesia ahora se muestra más receptivo a ayudar a la reina.
Por su parte, la reina madre, Cersei Lannister (Lena Headey), recibe a su hermano gemelo con el cuerpo de la hija Myrcella Baratheon, al que pasarán velando en sus escenas del capítulo, con una promesa de venganza y lucha contra el destino. Esta escena es una de las que más prometen para esta temporada, hay muchas ganas de ver qué hacen los Lannister contra los enemigos que se han ganado y ver qué van a hacer en su lucha contra el destino. Quizás se echa de menos que en esta escena mencionen al rey Tommen, cuya única mención la hace el Gorrión Supremo, para decirnos que de momento es una pieza que no se ha movido. Y sabiendo lo que le depara el futuro, eso es mejor para él.
Dorne
Terminando el descenso al Sur, llegamos al reino de arena Dorne. Los Martell, familia de la que apenas se sabe algo en la serie (en los libros tampoco es que haya mucho, pero sí algo más de relevancia tienen las Serpientes de Arena en Danza de Dragones, que además son más). Por tanto, ante el golpe de Estado en el que Trystane (Toby Sebastian), Doran (Alexander Siddig) y Areo Hotah (Deobia Oparei) son asesinados por Ellaria (Indira Varma), Obara (Keisha Castle-Hughes), Tyene (Rosabell Laurenti Sellers) y Nymeria (Jessica Henwick), con el aparente apoyo de la población o al menos de la guardia del palacio, tampoco es que se sienta con la emoción con la que han llegado otras muertes en esta serie. Personajes a los que apenas hemos podido conocer muriendo/matando. No han tenido ocasión de causar emoción o apego prácticamente por ninguna de las partes. Seguro que no he sido el único que no se acordaba de los nombres de las Serpientes, ¿no? Eso creo que es sintomático. Pero así se cumple con las muertes brutales y a veces gratuitas, ingrediente habitual de Juego de Tronos.
Si quieren conocer más acerca de la familia Martell, Dorne y las Serpientes de Arena, no duden en leer Danza de Dragones:
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Braavos
Cruzamos el Mar Angosto para ir a la ciudad del Coloso. Allí nos reunimos con una de nuestras mejores amigas de este mundo, la Chica Ciega (Maisie Williams), antes conocida como Arya Stark, obligada a mendigar dinero y siendo maltratada por la mujer del Templo del Dios de los Mil Rostros, aunque todos sabemos que la está enseñando a manejarse y luchar con un sentido menos y en realidad es por su bien. Y porque está pagando por matar a un hombre, no nos olvidemos.
Arya Stark, como chica ciega mendiga de Bravoos, intenta aprender a valerse sin su vista
Meereen
La ciudad de esclavos liberada por la Madre de dragones se ha quedado huérfana. Y en ausencia de su madre, la religión del Dios de la Luz, R’hllor, parece estar ganando más y más adeptos. Esto es lo que puede observar Tyrion Lannister (Peter Dinklage) durante de uno de sus paseos con Varys (Conleth Hill), cuya relación de respeto-aprecio sigue creciendo. El Gnomo está nuevamente llamado a hacerse cargo de una ciudad en crisis en ausencia de sus respectivos líderes. Un reto que puede parecer que le viene grande (guiño, guiño), pero sabemos que ha nacido para ello.
Mar Dothraki
Terminamos con otro de los personajes más queridos del plantel, Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) de la Tormenta, etc., etc. Dany para los amigos. La chica que siempre ha estado a merced de lo que otros querían que hiciera, que parecía por fin está cogiendo las riendas de su destino como reina en una ciudad que había liberado, se ve otra vez presa de una tribu de hombres que la quieren volver a someter. Pero la orgullosa Madre de dragones, que ha soportado una larga marcha de unos cuantos kilómetros antes de que la lleven ante Khal Moro (Joseph Naufahu), donde su orgullo la medio traiciona revelando que es viuda de un Khal, por lo que ha de ser llevada a la capital del Mar Dothraki, Vaes Dothrak, donde debe pasar el resto de sus días con las demás viudas. Algo por lo que no está dispuesta a pasar. Pero claro, tiene a un caballero y un mercenario, Jorah Mormont (Iain Glen)y Daario Naharis (Michiel Huisman), hábiles y enamorados, que van tras ella para rescatarla. Y por si eso fuera poco también tiene un dragón suelto que puede llegar en cualquier momento y cargarse todo el Khalasar.
Conclusión
Un capítulo que cumple con mostrar de nuevo a los personajes e ir encaminándoles hacia sus destinos de esta temporada. La ausencia de la esperada vuelta de Jon y de Bran, que se ha estado entrenando y suponemos que algo tendrá que decir respecto a su hermano y el resto de eventos que suceden en Westeros; o del ejército de Caminantes Blancos pueden ser que hayan decepcionado a algunos fans, pero han pasado muchas cosas en este capítulo.
Juego de Tronos ha vuelto como siempre ha sido. Puede ser que la historia no está en sus mejores momentos, en los libros también se notaba cierto divagar, pero probablemente sea porque estemos en esa reconstrucción del tablero antes de que todo vuelva a estallar. Y nos sigue regalando momentazos como el final de capítulo con Melisandre (Carice van Houten), la mujer roja a la que ya habíamos visto desnuda, mostrando su cuerpo esbelto como muestra de su poder (el parto de la sombra que mata a Renly, intentando seducir a Jon o consiguiendo la sangre de Edric Tormenta, por ejemplo) y ahora la volvemos a ver, pero esta vez vieja y vulnerable, justo cuando ha comprobado que sus predicciones de Stannis como campeón de la luz eran erróneas, así como, en un principio, las de Jon capitaneando un ejército a Invernalia y puede que su fe o su confianza no estén en el mejor momento.
¿Seguirá empeorando la situación de los personajes en los próximos capítulos? Se acerca el invierno.
