Intérpretes de Jason Bourne: Matt Damon, Alicia Vikander, Julia Stiles, Tommy Lee Jones, Vincent Cassel, Ato Essandoh, Riz Ahmed, Scott Shepherd, Bill Camp, Vinzenz Kiefer, Stephen Kunken, Ben Stylianou, Kaya Yuzuki, Matthew O’Neill, Lizzie Phillips, Paris Stangl
Guion: Paul Greengrass, Christopher Rouse, Matt Damon (Personajes: Robert Ludlum)
Duración: 123 min.
Producción norteamericana.
Es uno de los acontecimientos cinematográficos de este verano, el estreno de la quinta entrega ya de este agente tan especial y tan resolutivo llamado Jason Bourne. Y la verdad es que hay -o había en mi caso- ganas de ver de nuevo a Matt Damon en la piel de este personaje que tan bien lo encarnó en las tres primeras cintas de esta serie, y más después del anterior film, una cuarta entrega titulada El legado de Bourne, de 2012, que era correcta, que no defraudaba, pero en la que se echaba en falta la presencia de Matt Damon, ya que no aparecía. Porque Matt Damon es Bourne, es la esencia de esta serie, y es difícil que resulte redondo un filme de Bourne sin él.
Había ganas, digo, de ver de nuevo a Bourne luchando otra vez contra la injusticia del sistema y contra todos los sicarios que intentan matarle infructuosamente. Y lo mejor que puede hacer el espectador es revisitar aquella trilogía maravillosa, todas las veces que quiera, para saborear de estupendo cine de acción y de intriga, de filmes repletos de buenhacer. Porque si ya la cuarta entrega no resultó estar a la altura de las anteriores, esta quinta no retoma el vuelo de ninguna manera de aquella trilogía.
Jason Bourne: Esta vez el agente no logra interesar
Jason Bourne resulta ser, así, un film prescindible, aburrido, que quiere aportar algo nuevo a la serie y al personaje pero que no lo logra, y que se queda en un film que causa fatiga, al que le falla un guion demasiado plano, y que basa casi todo en una acción repetitiva y en unas persecuciones que son por momentos confusas y poco interesantes.
Decepcionante, y se esperaba mucho de ella. No se debería hacer una sexta si no se va a cuidar un poco más el producto. No hay nada aquí de aquella brillantez que relucía en aquellas tres primeras cintas. Y hasta molesta la afilada banda sonora que no deja de sonar en casi ningún momento.
Sorprende también que el estupendo director Paul Greengrass -que volvía a la serie después de dirigir la segunda El mito de Bourne y la tercera El ultimátum de Bourne-, firme una cinta tan trivial y convencional, tan olvidable.