“La Langosta”, del realizador Yorgos Lanthimos, es una original y satírica perspectiva de la soltería, las relaciones de pareja y los enjuiciamientos en una sociedad. Estelarizan Colin Farrell, Rachel Weisz, John C. Reilly y Léa Seydoux.

Las tradiciones califican al matrimonio como el vínculo de dos personas que guía hacia compartir un camino de vida. Los modelos conyugales, calificados por décadas como “el objetivo principal” de vida para mujeres y hombres, han adquirido una readaptación en tiempos modernos en los que la presencia de los divorcios aumenta de manera significativa.

La soltería permanece como el medio que el ser humano aprende a estar consigo mismo antes de hallar a la persona que considere adecuada para casarse. No obstante, el individuo sin algún vínculo amoroso suele ser objeto de señalamientos y juicios, considerado muchas veces como un “fracaso” a pesar de una época más abierta a la condición.

En su trayectoria como realizador, el griego Yorgos Lanthimos se ha dado a la tarea de retratar los comportamientos humanos, acompañados por sus decisiones y reacciones poco ortodoxas, añadiendo originalidad a su narración, como la suplantación de los muertos en favor de un alma desolada en “Alps” (2011).

“La Langosta” (The Lobster, 2015), su primer filme en inglés, tampoco es la excepción, al diseccionar las posturas hacia el estado civil en sus diversas aristas y peculiaridades.

Trama de “La Langosta”: La distopía y el rechazo a los solteros

En una sociedad distópica, donde la soltería es fuertemente condenada y sentenciada como una “enfermedad” de acuerdo a La Ciudad, los individuos “anormales” son enviados al “Hotel” con el propósito de encontrar una pareja romántica en un lapso de cuarenta y cinco días.

David (Colin Farrell) es uno de los huéspedes, un hombre maduro abandonado por su esposa, adherido de manera obligatoria al programa para encontrar a la persona más conveniente para iniciar una relación a través de la coincidencia de rasgos. En el caso de fracasar, tanto él como los invitados serán transformados permanentemente en un animal de su elección y enviados a deambular en algún pasaje natural.

Crítica de “La Langosta”: Original y efectiva sátira de la sociedad y sus estándares

The Lobster (2015) inferiusy.tumblr

En el relato, Lanthimos realiza un incisivo e irónico retrato de las reglas de las sociedades en un universo ficticio similar a la retrospectiva familiar, sus absurdas restricciones y sus incómodas peculiaridades en “Canino” (Kynodontas, 2009).

Entre confort, lujo, bailes, jacuzzies y conversaciones, los invitados compiten entre sí por premios con los que postergan la estancia para evitar el castigo, séase con cacerías simuladas que examinan la crueldad humana en pos de la supervivencia o con la concertación marital con métodos personales y engañosos. Así, el amor se convierte en un interés superficial y en conveniencia para los huéspedes del “Hotel”, con la búsqueda convirtiéndose en una bomba de tiempo en el que el fracaso parece inminente para la mayoría.

El guion de Yorgos Lanthimos y Efthimys Filippou expone, entre sutilidad y repentinos actos violentos, la polarización de posturas con respecto a la unión de congéneres que terminan por evidenciar, en un contexto humorístico y oscuro, el sometimiento de las reglas de una sociedad intolerante a los individuos que muestran diversidad en opiniones o sentimientos.

Acompasado por el tormento romántico de Beethoven, la elegante fotografía de Thimios Bakatakis realza el restrictivo reflejo social adherido a una sátira de realidades en la que el mundo aprecia en menor medida la muestra de afecto, añadiendo un segundo escenario en el grupo de los Rebeldes, ajeno a los hoteles y habitantes del bosque, que abraza la idea de la singularidad, incapaz de aceptar el contacto físico y la sexualidad.

La disyuntiva de David se presenta con la mujer con Astigmatismo (Rachel Weisz), con quien presenta de manera paradójica un defecto en común y la atracción romántica entre ambos se convierte, en apariencia, auténtica a pesar de las circunstancias y a espaldas de la líder de “parias”, una joven mujer que penaliza con severidad las muestras de afecto (Léa Seydoux).

No obstante, la extravagancia de la premisa, su redondez y su originalidad pierden un poco de fuerza en el desarrollo de la segunda facción, donde el valor inicial de disección social y la crueldad humana sucumben en ritmo con la reiteración de un romance previsto a alcanzar una conclusión de libre interpretación.

Nominada al Óscar 2017 a Mejor Guion Original, “La Langosta”, ante personajes más prestos en las acciones que en la asimilación de repercusiones en sus decisiones, es un agudo, bizarro y certero juego de máscaras que los seres humanos recurren en la ocultación de emociones, obligados muchas veces a ello por el sometimiento de creencias sociales.