¿Logrará romper el director de “Macbeth” la ‘Maldición de los Videojuegos’ gracias al buen hacer de Michael Fassbender y Marion Cotillard? Crítica de “Assassin’s Creed” sin spoilers (o al menos ninguno que no se haya aireado en el tráiler).

Michael Fassbender y Marion Cotillard.

Aunque los buenos críticos de cine nunca deben prejuzgar nada, antes del visionado, lo siento pero tengo dos grandes prejuicios cinéfilos:

1. Nunca vayas a ver un film que tenga en el título el término “origen”, como “300: el origen de un imperio”, “Halloween. El origen”, “X-Men Orígenes: Lobezno”, “G.I. Joe el origen de Cobra”, “La matanza de Texas: el origen”, “Los inmortales: el origen”, “Hannibal, el origen del mal” y sobre todo “Origen”. Me origina retortijones solamente leer la palabreja. Por cierto, si no viene en el título, pero en el cartel pone algo así como “Toda saga tiene un comienzo”, de La amenaza fantasma, yo tampoco me haría muchas ilusiones.

2. Nunca jamás de los jamases, por mucho que alguien patalee o llore, te metas en una peli que se venda con la coletilla “basada en el popular videojuego…”.

Aún tengo pesadillas con la reciente “Warcraft, el origen”, que combinaba ambas suspicacias. Antes, títulos como “Super Mario Bros”, “Wing Commander” o “Alone in the Dark” ya me habían puesto los pelos como escarpias…

“Assassin’s Creed”, basada en el popular videojuego (sniff) se estrena en España el 23 de diciembre de 2016, justo antes de Navidad.

Sinopsis de “Assassin’s Creed”, la Inquisición en Sevilla es una maravilla

Marcado por una tragedia acontecida en su infancia, al recluso Cal Lynch (Michael Fassbender) le condenan a la pena capital. Tendrá una inesperada segunda oportunidad, gracias a la misteriosa intervención de la empresa Abstergo Industries, que le resucita.

Mediante una revolucionaria tecnología de la compañía que accede a los recuerdos genéticos que contiene su ADN, Cal viaja a través de los siglos hasta la España del siglo XV. Allí revive las experiencias de un antepasado, Aguilar de Nerja, que forma parte de una sociedad secreta conocida como los Assassins, los cuales luchan para proteger el libre albedrío ante los caballeros templarios, ansiosos de poder. Transformado por el pasado, Cal empieza a adquirir el conocimiento y la destreza física necesarios para derribar a la tiránica organización de los templarios en la actualidad.

Abstergo le encarga buscar la Manzana del Edén, que fue la que Eva le dio a probar a Adán.

Crítica de “Assassin’s Creed”, ¿pero esto qué es lo que es?

Pues no. Ni el australiano Justin Kurzel, que prometía mucho con su anterior película, “Macbeth”, adaptación de la obra de William Shakespeare, ha conseguido rodar un film decente basado en un superventas de las consolas.

Y eso que repite con los protagonistas de aquélla, Michael Fassbender y Marion Cotillard, que a pesar de su profesionalidad a prueba de bombas, poco pueden hacer para salvar el desastre total. Y que el hombre se esfuerza por rodar impresionantes imágenes, luciéndose con la acción, en momentos como un impresionante salto sin red, que debería ser espectacular de no ser porque cuando aparece el espectador ya estará echándose una siesta.

A los personajes les falta la más mínima profundidad. Pero además el realizador se empeña en darle un tono oscuro, cuando la disparatada premisa de andar buscando el fruto del pecado original podría haber funcionado mejor, ya puestos, como una comedia loca.

La presencia de Jeremy Irons sólo recuerda que este actor tiene un lado oscuro, como cuando apareció en la infame “Dungeons & Dragons”, que tenía un mayor rigor histórico que ésta. Por su parte –entre varios actores españoles– de Javier Gutiérrez como inquisidor trae a la memoria “Águila roja” (que resultaba más creíble y hasta menos soporífera que “Assassin’s Creed”, sí, ya, parece imposible pero así es).

Uno de los peores títulos del año.