“Amy” es un sincero e intrínseco documental sobre la figura de la cantautora británica Amy Winehouse, desde su infancia, los vestigios de su talento y su ascenso musical, hasta su abrupto deceso.
En cualquier área conocida de desenvolvimiento del ser humano, de vez en cuando surgen peculiares individuos dentro de diversas generaciones que destacan no únicamente por alguna habilidad en particular, sino también por sus complejas personalidades.
Amy Winehouse es una de las más recordadas que caben en dicha descripción, al tratarse de un promisorio talento del jazz que falleció el 23 de julio de 2011 a los 27 años a causa de un paro cardíaco representado en los excesos de alcohol y drogas.
Con “Amy” (2015), conocido en México como “Amy: La Mujer Detrás Del Nombre”, el realizador Asif Kapadia capta los momentos más importantes en el paso existencial de la cantante británica, explorando el surgimiento del ícono en la música, su nato talento para el canto, el jazz y el soul, sus claroscuros existenciales y su lado más humano.
Crítica de “Amy”: Un sincero, agridulce y reflexivo retrato de una diva del Soul moderno
Amy, de Asif Kapadia umaasalaso tumblr
Más allá de los datos biográficos conocidos por internet y la reiterada trayectoria de Winehouse, el documental se asoma a sus pensamientos e inquietudes profundas, como su interés por aportar una música “real” alejada de los convencionalismos de las estrellas del pop y el marketing, de su admiración a íconos del jazz como Tony Bennett, Billie Holliday y Ella Fitzgerald que la llevaron a aprender por sí misma a cantar, de iniciar sus composiciones en base a las relaciones llevadas con su entorno (en particularidad con sus ex parejas).
Kapadia utiliza la linealidad cronológica para representar la vida de “Amy” (nacida el 14 de septiembre de 1983), siendo su propia música la encargada de guiar el relato, desprendiéndose la lírica de algunas de sus canciones más significativas.
Familiarizado con mostrar la genialidad en individuos excepcionales en su profesión, como lo realizado dentro del competido mundo del automovilismo a través de los ojos del piloto brasileño Ayrton Senna en la homónima “Senna” (2010), también recurre a la voz en off de personas cercanas e importantes de la artista, algunos alabando su talento, otros que la instaron a seguir adelante y unos más alentándola inadvertidamente hacia la espiral de a adicciones. Así, brinda la descripción íntima y necesaria de la respectiva importancia de representantes, amigos, padres y miembros de la industria musical que influyeron en su vida.
Fragmentos de conciertos y video homes inéditos dotan de sinceridad al documental presentando a una mujer inglesa vulnerable, un tanto ingenua, sencilla, capaz de decir lo que piensa sin tapujos y con un peculiar sentido del humor que está alejado de una visión complaciente y ensalzadora de la artista, inclinándose más hacia el lado agridulce, desde sus triunfos personales hasta sus catastróficas presentaciones en las que era evidente la oscuridad en la que vivía la propia Winehouse. El punto de vista humano está presente en los momentos importantes desde la infancia marcada por el divorcio de sus padres, la adolescencia en la que la bulimia sería un factor de riesgo en su vida y la juventud en la que sus primeros intentos en los escenarios de pequeños bares la llevaron a encontrar un encause para proyectar su música a nivel mundial, consolidándose de poco en poco como “la leyenda” que nunca buscó convertirse.
No únicamente es la recreación a una artista trágica, sino también, en menor medida, en la incapacidad en el manejo de la fama. El éxito masivo y repentino restaron una ansiada privacidad y el aprisionamiento de las cámaras de los paparazzi sobresalta lo implacable que resulta la prensa amarillista con una persona famosa, sobre todo si significa conseguir grandes ventas al colgarse de sus crisis personales.
Así, “Amy” va más allá de la polémica y la ilustración de Amy Winehouse y es una sincera retrospectiva con pinceladas agridulces de una intérprete que buscó autenticidad ante la toxicidad que la rodeaba, en la que el recorrido hacia su conocidísimo ocaso existencial guía a lamentar la pérdida de alguien que si bien tuvo breves aportaciones, dejó una huella musical difícil de borrar, acompañado por su cabello negro peinado al estilo ratty beehive, múltiples tatuajes, ojo a lo “Cleopatra” y su profunda mirada.
Discografía de Amy Winehouse
Frank (2003).- El álbum debut de Winehouse, con una sustanciosa carga de jazz y R&B, tuvo un buen recibimiento de la crítica, así como de modestas ventas en Inglaterra y Estados Unidos. Nominado al Mercury Prize en su año, uno de los reconocimientos musicales más importantes en terreno inglés, incluye identificables canciones como Stronger than Me, Help Yourself y What is it About Men.
Back to Black (2006).- El segundo y último trabajo que publicó en vida, representó el lanzamiento internacional de Amy Winehouse y su consolidación como uno de los talentos jóvenes a tener en cuenta en ese entonces. Tanto el álbum como Rehab, la que quizás es una de sus canciones más famosas, le significaron cinco premios Grammy. Back to Black y You Know I´m no Good son otros de los sencillos más emblemáticos del disco.
Lioness: Hidden Treasures (2011).- Disco póstumo conformado por canciones inéditas y demos. Se incluye Body and Soul, dueto con Tony Bennett, la última grabación que Winehouse hizo antes de su fallecimiento.
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