“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí” (Augusto Monterroso, 1959). Este microrrelato del escritor latinoamericano es quizás el más conocido del género. Si no hay novedades al respecto, es el mini cuento más diminuto de los hiperbreves o microrrelatos publicados por un autor reconocido. En una sola frase hay un relato, toda una historia que en el tiempo tiene 65 millones de años y que se lee en apenas dos segundos. Parece fácil, pero es más complicado que escribir una novela de 500 páginas. La cuadratura del círculo en literatura es escribir un buen microrrelato.
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Están de moda, son los hiper-breves, unos cuentos que se leen en una línea. Los concursos de relatos también proliferan. Participar ya es ganar. Se gana porque en el intento de hacer un relato corto se deben emplear, además de talento o esfuerzo, técnicas de escritura que nos sirven para mejorar en nuestra capacidad de síntesis y de ordenación de ideas. La gramática y su capítulo de la sintaxis en cualquier lengua, a excepción de la inglesa que parece haber nacido destinada a las nuevas tecnologías, no están concebidas para la brevedad. Se trata de coordinar y unir palabras para formar oraciones y expresar de la mejor forma los conceptos. Sinceramente, a la sintaxis, en esta primordial función, la brevedad le importa un pimiento.
Consejos para escribir: Concursos de cuentos y relatos muy breves
La proliferación de concursos de cuentos y relatos breves, llamados en general microrrelatos, responde también al gusto de los lectores. Parece que existe cierto resurgir del cuento, del relato corto y se reeditan antologías de cuentos de escritores consagrados o se editan libros de cuentos y microrrelatos de nuevos autores. Además el relato hiperbreve es una forma rápida y sencilla para la valoración literaria de los jurados y porque resulta óptimo en el uso de las nuevas herramientas. Se puede concursar por correo electrónico.
Consejos para escribir un microrrelato
Los clásicos y entrañables talleres literarios, impartidos muchos en la penumbra de los fondos de un café o en la trastienda de una librería, han ido dejando paso a los cibernéticos talleres digitales, donde aprender y enseñar a escribir es un oficio y/o un sueño. El cliente elige. El acceso a consejos se mezcla con publicidad, pero si algo no es negocio que tire la primera piedra.
Lo primero que debemos saber es que no se trata de un resumen de una historia. No, no haga un resumen de 150 palabras (suele ser el máximo permitido) de una buena historia que ya haya escrito. Por increíble que le parezca debe ser en pocas líneas un relato con su planteamiento, nudo y desenlace. Partir de esa idea es vital para no alejarse del buen cuento breve. Ejercitar el músculo de la brevedad le viene bien en su vida diaria, por ejemplo si es usuario habitual de Twitter…ya sabe 140 es el “límite de velocidad” en esa red social.
Los siete mandamientos (o pecados capitales a evitar) o consejos para escribir microrrelatos:
- No debe ser mucho el tiempo, el espacio temporal, en el que transcurre el relato, desde su inicio, planteamiento, al desenlace. Funciona mejor si no transcurre en días.
- No habrá muchos escenarios. Si hay varios escenarios supone más descripción, y en describir se nos van muchas palabras.
- No tendrá tampoco muchos personajes, a lo sumo tres (y son muchos). Por el mismo motivo que en el consejo anterior.
Consejos para escribir: Curso de Redacción y Síntesis
- Para describir lo mejor es elegir un buen detalle. Esto es, si elegimos un detalle eficaz para un escenario será mucho más efectivo que la descripción abundante. Por ejemplo, para situar en un bosque de otoño a los personajes con detallar, “caminaban bajo ramas desnudas”, conseguimos el mismo efecto que si empezamos a describir un paraje otoñal.
- Hay que ser precisos hasta el crimen. Ejecutar el crimen perfecto. Seleccionar las palabras justas y eliminar, sacrificar, todo lo superfluo.
- A pesar de ser historias pequeñas cuentan grandes cosas. El tamaño no importa a la hora de contar una gran historia. Es decir, tienen un significado superior.
- Por último, elija un buen título. Ese nombre para su historia debe decir mucho, incluso, debe formar parte del relato, desvelando algo significativo del cuento.
Ahora solamente queda una cosa por hacer. Las musas de la imaginación suelen venir cuando menos te lo esperas. La inspiración no aguarda, tenga a mano estos ingredientes y a escribir un microrrelato. El dinosaurio cuando se conectó a Twitter aún estaba dormido.
