Vivimos atareados, queriendo hacer muchas actividades, pero sin la suficiente concentración que necesitamos. Sentimientos como el estrés o el desánimo influyen de manera negativa en nuestra capacidad de atención y concentración. Por suerte, para nosotros, la concentración es como un músculo que podemos entrenar y aquí tienes las claves para conseguirlo.
Concentración, esa es la cuestión
Concentración es eliminar la distracción y enfocarse sobre la tarea en cuestión. Se trata de controlar la atención de tal forma que ésta quede enfocada en el punto que tú decides.
Una buena concentración te permite enfocarte en una sola cosa para olvidar las otras mil, ayuda a acercarte a tus metas con seguridad. La concentración permite llegar al fondo de las cosas, extraer conclusiones acertadas a partir de poca información, ayuda a asentar los pensamientos, disminuye el estrés y calma el cuerpo y la mente.
Los científicos, basándose en diversos estudios, afirman que la concentración sostenida, es decir, la concentración al 100% de su capacidad, no permanece así más de 25 minutos seguidos. Lo ideal es descansar 5 minutos por cada 25. Presta atención a las actividades que realizas durante el descanso. Es recomendable que te levantes, estires los músculos o cambies el punto de enfoque de la vista. Después de esos 5 minutos retomarás el trabajo con una mayor predisposición y mejor concentración.
Con las siguientes claves podrás aprender a entrenar la capacidad de tu atención para mejorar tus niveles de concentración:
Consejos
- Siempre respeta los ciclos de sueño-vigilia, es importante dormir bien.
- Realizar la actividad en un ambiente callado.
- Adhiérete a una rutina: comienza con una pequeña actividad de dificultad media. A continuación, introduce el trabajo más complicado. Finaliza con tareas más sencillas.
- Hacer ejercicio físico ayudará a estimular tu mente.
- Prueba la meditación y la relajación, al menos, durante 12 minutos.
Ejercicios
- Antes de dormir cuenta de 100 a 1: imagina que cada número aparece escrito delante o escúchalo mentalmente. Si pierdes el hilo, para y vuelve a empezar. Cuantos más números cuentes, mayor se vuelve tu capacidad para concentrarte.
- Caminar mejora la concentración, pero además puedes entrenarla contando tus pasos en series. Primero del 1 al 5, luego del 1 al 6 y así hasta el 10.
- Pasea por un parque o lugar con olores agradables y céntrate en cuántos olores distintos puedes detectar. Quédate con el que más te guste y concéntrate solo en él.
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Alimentos
La concentración mental también se favorece con lo que comes.
- Aguacate: es rico en moinsaturadas, con ellas mejora la comunicación neuronal y se mejora la circulación sanguínea al cerebro puesto que limpia las arterias.
- Brócoli: la vitamina K ayuda a aumentar la función cognitiva y mejorar la capacidad mental.
- Chocolate amargo: mantiene alerta tu mente, mejora la concentración, el tiempo de respuesta y la memoria.
- Plátano: contiene potasio, magnesio, vitamina C y fibra que son perfectos para la memoria. También contiene la vitamina B6 que ayuda a la producción de serotonina, norepinefrina y dopamina, neurotransmisores relacionados con la concentración.
- Salmón: su Omega-3 fortalece las conexiones neuronales y ayuda a recordar información rápidamente.
- Té: el aminoácido L-theanina, mejora el sentido de alerta, el tiempo de reacción y la memoria. También combate la fatiga mental (sobre todo el té verde).
Suplementos, vitaminas y minerales
- Ginseng: aporta energía y con ello estimula la concentración.
- Guaraná: es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que aparte de aportar energía, ayuda a estimular la memoria y la concentración.
- Vitaminas como E, B1, B3 y B12 favorecen la memoria, el pensamiento y otras funciones cognitivas.
- Minerales: el magnesio, el zinc o el hierro son perfectos para estimular la concentración.
¡Que la falta de concentración no aleje tus metas!
