Intérpretes de Al final del túnel: Clara Lago, Leo Sbaraglia, Federico Luppi, Pablo Echarri, Javier Godino.
Guión: Rodrigo Grande.
Cooproducción argentino-española.
Duración: 120 minutos.
Fotografía: Félix Monti.
En esta crítica no voy a esperar a las líneas finales para exponer mi valoración. Voy a decir ya -lo estoy deseando- que el espectador, si se acerca a este thriller de suspense e intriga, pasará dos horas estupendas. Disfrutará de cine de género de calidad, sobresaliente, que no creo que a muchos defraudará.
La historia de Joaquín, un hombre que vive en una eterna depresión postrado en una silla de ruedas después de un funesto accidente de coche y que le dejó, además, sin su mujer y sin su hija, y que vive en una casa muy grande en el centro de la ciudad, atrapa desde los créditos iniciales y no suelta al espectador al que le tiene en vilo, en un ejemplo de sobriedad, de interpretaciones maravillosas y de efectiva dirección.
Al final del túnel: Sinopsis de una cinta de robos y atracos
A la casa de Joaquín llegará Berta, una atractiva bailarina de club junto con su hija pequeña que sufre una afasia, una mudez de origen desconocida, y las dos se quedarán a vivir alquiladas en una habitación superior. De esta manera, poco a poco, la vida de este náufrago urbano irá cambiando. Y lo hará más cuando Joaquín, trabajando en su sótano donde pasa casi todo el día, escuche unos golpes que llegan de las paredes y descubra que se trata de una banda de atracadores que está construyendo un túnel para robar el banco que está junto a su casa.
Lo dicho: cinta que funciona a la perfección, que logra una atmósfera opresiva. Como un reloj suizo, este tercer largo del argentino Rodrigo Grande. Un director que nunca defrauda, y que siga así.