Existen algunos mininos que tienen problemas de socialización, en algunos casos porque han vivido algún suceso traumático. Recopilamos 10 consejos para ayudar a gatos con miedo o problemas de timidez.

Cómo ayudar a un gato a ser sociable.

Los apasionados de los gatos hemos visto casos de algunos que tienen miedo a las personas o a otros animales. Normalmente los que son de naturaleza salvaje (felis silvestris 0 gato montés) no quieren saber nada con los humanos, pero el problema viene con los domésticos que huyen de nosotros. Por norma general, este tipo de animales conectarán con uno de los miembros de la familia, pero se mostrarán recelosos con los demás, pasan la mayor parte del tiempo ocultos, y se esconderán si acude alguna persona del exterior.

Que no cunda el pánico. Con mucha paciencia se podrá resolver la situación. Recopilamos 10 consejos para ayudar a gatos con miedo o problemas de timidez.

10 consejos para ayudar a gatos con miedo o problemas de timidez

Tranquilos, los gatos no son peligrosos.

Existen varios motivos por las que un gato puede llegar a ser reacio a conectar con personas. O bien por razones genéticas (o sea que nacen así), o porque han sufrido alguna experiencia terrible, o simplemente porque no están acostumbrados desde pequeñitos a estar acompañados. Siguiendo algunas recomendaciones se puede conseguir que mejoren e incluso que se solucione la situaciónpoco a poco .

Hemos escogido los 10 más citados por expertos:

1. Trata por todos los medios de no agobiar al gato. O sea, que si sabes que no le gusta que le acaricien o le toquen, procura no hacerlo. Se trata de la recomendación más importante. No fuerces el acercamiento, hay que ir poco a poco.

2. Al interactuar con él, mantente tranquilo, y háblale con suavidad. No le mires fijamente, y muévete con lentitud. Cuando le acaricies, trata de no apretarle demasiado.

3. Intenta entender el lenguaje de los gatos. Aunque no lo creas, saben expresarse bastante bien, aunque hace falta descifrar sus señales. Un ejemplo, cuando no quiere que le toquemos lo comunica lamiéndose la zona en la que le hemos puesto la mano. Conviene no insistir, o nos morderá, y no estaremos avanzando a la hora de lograr su confianza.

4. Cuida tu lenguaje corporal. Los gatos interpretan nuestros gestos, de modo que detalles como la forma de aproximarnos a él pueden parecerles agresivos. Al ser más pequeño que nosotros, si caminamos hacia él de frente y mirándole fijamente, nos percibirá como una amenaza. Conviene aproximarse al gato de lado o de espaldas, agachados y por un lateral, haciendo un semicírculo. Sin llegar hasta el gato, nos sentaremos dándole la espalda o de lado cerca de él. Esto el gato lo entenderá muy bien.

5. Ofrécele un beso de gato. El parpadeo lento consiste en esperar a que te mire, cerrar los ojos sin prisa, y mantenerlos cerrados unos segundos, y volver a abrirlos. Significa que puede confiar en ti. Si devuelve el gesto, estos significa que está empezando a relajarse.

6. Trata de que tu hogar sea tranquilo, en la medida de lo posible. Si escucha ruidos estruendosos, se le persigue, o está rodeado de niños inquietos, correrá en busca de un escondrijo.

7. Refuerza con premios los avances positivos. O sea, que si has conseguido que se oculte menos de lo habitual, ofrécele una recompensa, por ejemplo alguno de sus alimentos favoritos. Que sepa que va por el buen camino.

8. Juega con tu gato. De esta forma, pasarás más tiempo con él y se acostumbrará a estar con gente. Espera a que salga de su escondrijo, y agita alguno de sus juguetes para gatos preferidos con pequeños movimientos para llamar su atención.

9. Pasa algún tiempo a su lado, junto a su refugio. Si tienes que leer un libro o ver una serie, hazlo lo más cerca posible de él, y háblale de vez en cuando. Así empezará a acostumbrarse a tu presencia.

10. Recurre a calmantes naturales para gatos. El spray tranquilizante anti-estrés de Feliway Classic ayuda a que se calmen en situaciones imprevistas. Después de que lo tome, disuelto en el agua, notarás que se muestra más predispuesto a relacionarse o dejarse acariciar.